Miles de devotos de monseñor Romero llenaron, desde primeras horas de la madrugada de ayer, la plaza del Salvador del Mundo de la capital salvadoreña, donde fue beatificado.
Monseñor Romero es para los salvadoreños mucho más que un mártir; es el héroe, el defensor de las causas justas, el hombre bueno, es San Romero de América, como lo "bautizaron" desde que fue asesinado en San Salvador el 24 de marzo de 1980, por un escuadrón de la muerte.
Para sus fieles de Romero, su beatificación no es más que el primer paso hacia la canonización, que reivindican desde hace 35 años.
Ante esta la ceremonia, el papa Francisco señaló que Romero fue capaz de "ver y oír el sufrimiento de su pueblo" y que construyó la paz con la fuerza del amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario