La Fundación Síndrome de Down (Fusindo), mantiene altas esperanzas de sostener un encuentro con el papa Francisco en julio próximo durante su visita a Santa Cruz, como sucediera en 1988, cuando el papa Juan Pablo II bendijo a estos menores y esa acción fue un incentivo para consolidar esta institución que ayuda a los niños Down. Wilma Kohn de Sánchez que dirige el centro, ha realizado las gestiones respectivas y espera que todos los niños de Fusindo conozcan al Sumo Pontífice de origen argentino.
Un apreciado recuerdo. En 1988 el entonces papa Juan Pablo II llegó a Bolivia y durante su estadía en Santa Cruz visitó varias instituciones, entre ellas el Programa de Educación Especial Fe y Alegría (PREFA), que dirigía la hermana Paulina. La señora Wilma recuerda que; "fue gracias a las gestiones de la hermana Paulina que el Papa fue a Prefa y nos invitó a las madres de hijos con síndrome de Down, para tener un acercamiento con su santidad".
La inspiración para crear Fusindo. En ese momento José Daniel Sánchez de 8 años de edad, hijo de Wilma, recibía estimulación temprana gracias a las gestiones de su madre, ya que en Bolivia no existía un centro que ofrezca este servicio a los niños. "El acercamiento al Papa fue importante para decidirnos y comprometamos a crear Fusindo, ayudando a otros niños en la misma condición que mi hijo", explica Wilma.
Cartas al arzobispado. Wilma comentó a El Día que ya envió cartas al arzobispado solicitando un encuentro o que durante la agenda el Papa se pueda aproximar a los niños de la fundación. "Tengo entendido que han aceptado nuestra solicitud, ahora solo falta saber si todos los niños podrán estar junto al Papa, esperamos que así sea".
Los voceros de la Iglesia manifestaron que es un deseo del papa Francisco sostener un acercamiento a los más necesitados, en ese sentido los están organizando.
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