lunes, 1 de abril de 2013
Las 14 estaciones y la crucifixión de Jesús
Jesús es condenado a muerte
Pilatos condena a Jesús a muerte ante el pedido y presión de un influyente grupo. Pilatos se lava las manos y deja al Salvador librado a su suerte.
Jesús lleva la cruz en sus hombros
Cristo marcha hacia La Calavera, que en hebreo se dice Gólgota. La cruz es muy pesada, pero Jesús la lleva con firmeza.
Jesús cae por primera vez
El peso de los leños es demasiado para sus debilitadas fuerzas y cae, pero se levanta enseguida y continúa la marcha. Señala así el camino a seguir.
Jesús encuentra a María, su madre
María sufre el dolor de su hijo y siente la impotencia de no poder ayudarle. Ella respeta la decisión de Jesús de morir por la humanidad.
Jesús es ayudado por un cirineo
Jesús muestra su sencillez al dejarse ayudar por un cirineo ante el cansancio de llevar la cruz. No presume de tener más fuerza: la humildad consiste en reconocer nuestra propia verdad.
Verónica limpia el rostro de Jesús
Jesús, camino al Calvario, se encuentra con Verónica, una mujer piadosa que le limpió el rostro sudoroso, el mismo que quedó estampado en el lienzo.
Jesús cae por segunda vez
Pese a la ayuda, Jesús cae por segunda vez. Resulta difícil imaginar cuántos pecados y miserias pesaban sobre sus hombros.
Jesús consuela a mujeres que lloran
En el recorrido lo acompañaba una gran muchedumbre, entre ella mujeres que se lamentaban y lloraban. Jesús les dijo: “Hijas de Jerusalén, no lloren por mí, sino por ustedes mismas”.
Jesús cae por tercera vez
Jesús cae y es golpeado por los soldados. El camino se ha hecho muy largo y el dolor de las dos caídas anteriores es evidente. Pero se levanta y continúa.
Despojan a Jesús de sus vestiduras
El Mesías es desnudado delante de todos, después de haber sido flagelado por quienes se repartieron sus vestidos. Con avaricia sortean la túnica entera.
Jesús es clavado en la cruz
Tras llegar al lugar denominado La Calavera, los soldados clavan sus manos y pies a los maderos. Entonces Jesús exclamó: “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen”.
Jesús muere en la cruz
Desde el mediodía hasta las tres de la tarde el cielo y la tierra empezaron a oscurecerse y Jesús gritó: “Dios mío, ¿por qué me has abandonado?” y luego entregó su espíritu por amor a la humanidad.
Discípulos bajan el cuerpo de Jesús
La misión salvadora de Jesús no termina con su muerte; continúa en su resurrección y alcanzará la plenitud cuando Él se haga presente.
Entierran a Jesús en un sepulcro nuevo
José de Arimatea tramita ante Pilatos la sepultura de sus restos. Ésta fue breve porque al tercer día el Hijo de Dios resucitó y desde entonces está entre los que creen en Él.
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