El superior general de la cismática Fraternidad Sacerdotal San Pío X, Bernard Fellay, asegura que no pretenden crear una "Iglesia paralela" a la de Roma, pero que no contribuirán a la autodemolición de la Iglesia, y reitera sus críticas al Concilio Vaticano II.
El obispo Fellay así lo manifiesta en una entrevista que publicó ayer el boletín "Dici" de los "lefebvrianos", como también son conocidos, en la que habla del Capítulo General de la fraternidad celebrado en Econe (Suiza) y en la que no desvela la respuesta que dará al Vaticano sobre si aceptan definitivamente las condiciones impuestas para regresar al redil.
"Entre nosotros todas las ambigüedades han quedado disipadas. Próximamente haremos llegar a Roma la posición del Capítulo, que nos ha dado la ocasión de precisar nuestra hoja de ruta, insistiendo sobre la conservación de nuestra identidad, que es el único medio eficaz para ayudar a la Iglesia a restaurar la Cristiandad", afirma Fellay.
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