El reinado de Felipe II “El Prudente”, fue para la Villa Imperial de Potosí, motivo de mucho progreso. Dio autorización para que se establezca en esta ciudad, las más importantes Órdenes Religiosas, por ser el “Campeón del Catolicismo”. Igualmente dio lugar a la llegada de importantes personalidades de las artes junto al Virrey Francisco de Toledo, sabiendo que en dicho periodo se inició la construcción de la primera Casa de Amonedación, autorizada por el mismo Rey Felipe II, en cuyo honor se acuñaron las famosas monedas llamadas “Macuquinas”.
Separadamente, en el reinado de aquel soberano español, fue la declaratoria del Apóstol “Santiago” el Mayor, como “Patrono de la Villa Imperial de Potosí, a petición de los españoles asentados en las faldas de la montaña de plata. Pero no fueron únicamente aquellos ibéricos, los solicitantes para que “Santiago” el Mayor sea Patrono de Potosí, sino toda la población que influía en el crecimiento urbanístico de la ciudad. Y fue por convencimiento del monarca Felipe II cuando se dispuso aquella aclamación solicitada por la autoridad del Corregimiento de Potosí, sus vecinos y todos cuantos habían apoyado dicha petición.
Copia del documento legal, con sello y firma del soberano, reconociendo a Santiago el Mayor como “Patrono de Potosí”, se conoció en esta ciudad el año de 1565, cuando un 25 de julio, concentrada que fue la gente en la plaza mayor, se dio lectura al documento de referencia; en el mismo, se pedía y obligaba al Alcalde Mayor de la Villa de Carlos V, así como al Teniente Corregidor, levantar un templo dedicado al Santo Patrono, debiendo elegirse el lugar, para que a la brevedad posible se cuente con el edificio donde pueda ser venerada la imagen de “Santiago” el Mayor.
La elección de “Santiago” como “Patrono de la Villa Imperial de Potosí”, fue en razón de que este Apóstol ya fue reconocido como “Santo Protector de España” en la Edad Media, motivando a que los conquistadores españoles, depositaran en “Santiago”, toda su fe y devoción; recordándose que en la ciudad de Santiago de Compostela de España, se encuentra el sepulcro del Apóstol, constituyéndose en uno de los lugares de peregrinación más concurrido de Occidente.
APÓSTOL SANTIAGO EL MAYOR
Como se recordará, “Santiago el Mayor” fue hijo de Zebedeo, hermano de San Juan Evangelista, seguidor de Jesús desde el comienzo de la predicación del Mesías, siendo uno de los doce apóstoles de Cristo, habiendo sido mártir el año 44 de la Era Cristiana. Según la tradición, dicho apóstol estuvo en España realizando tareas de evangelización en muchos de los poblados de aquella región ibérica; con razón se dice que Jesús, confió a su apóstol Pedro el dirigir su Iglesia; al apóstol Juan Bautista, el llevar adelante el socorro de su madre María; y al apóstol Santiago, fue confiado España.
Santiago el Mayor fue el primero de los apóstoles que bebió el cáliz del martirio. Fue decapitado por el ambicioso y sádico de Herodes Agripa en Jerusalén. Luego sus restos fueron llevados a España, cuyo cuerpo se venera religiosamente en Compostela. Por este hecho, aquella antiquísima ciudad de Coruña, lleva el nombre de “Santiago de Compostela”, siendo en la actualidad la sede de la Junta de Galicia, gobierno autónomo de las cuatro provincias gallegas.
En su majestuosa catedral, concluida a fines del siglo XII, reposan los restos de Santiago el Mayor. El broche de oro de esta belleza arquitectónica, lo constituye el Pórtico de la Gloria, obra del gran maestro Mateo, quien logró llevar adelante el trabajo de una fachada barroca europea donde se resume la grandiosidad de esa maravilla de arte medieval.
En este orden se conoce que el Rey Fernando II de León, dispuso a fines del siglo XII, para que Santiago el Mayor, fuese declarado en forma solemne “Patrón de España”; al mismo tiempo se dio paso a la fundación de la orden religiosa y militar española de “Santiago”.
CASA DE ORACIÓN PARA SANTIAGO EL MAYOR EN POTOSI
De acuerdo a los Anales de la Villa Imperial de Potosí, se sabe que el templo dedicado a “Santiago el Mayor” en esta ciudad, empezó a construirse en el sector Oeste de las faldas del Cerro Rico, próximo a un ingenio para molienda de minerales perteneciente al azoguero Sebastián Prado y Uzín. Fue en aquel lugar donde piedras, adobe y maderas, concentráronse para edificar el templo de Santiago; habiendo empezado su construcción el año de 1578, para concluir en 1586.
El templo en sí era en crucero de una sola nave con precioso artesonado de madera cedro, con una torre de dos cuerpos sobre base cuadrada. Iglesia que mostraba belleza arquitectónica de estilo renacentista con dos portadas de piedra labrada y portones claveteados con estrellas de bronce. La portada principal hallábase con vista hacia la ciudad, y la segunda portada, con vista hacia el poniente.
Al fondo de la nave central, estaba el retablo mayor trabajado todo de madera con cinco hornacinas, reservándose la central para el apóstol Santiago el Mayor. Igualmente contaba con dos altares ubicados en el crucero, los cuales hallábanse revestidos con gradillas de plata.
La consagración del templo tuvo lugar el 25 de julio de 1587 para un año después ser entronizada la imagen de Santiago, ocasión en la cual realizáronse las más suntuosas ceremonias religiosas con participación de la población potosina en su conjunto donde españoles, mestizos e indígenas, festejaron con alborozo el “Día de Santiago”, con el estreno de un hermoso frontal de plata bruñida, más un atril y vinajeras de metal argento trabajados por el orfebre Juan Narváez.
Dos años después, el templo de Santiago se convirtió en Parroquia de Indios, particularmente de los aborígenes “yanaconas”, subsistiendo como tal hasta 1798 cuando se produjo un feroz incendio que destruyó totalmente, cuadros religiosos, ornamentos de plata y oro, quedando en escombros todo el templo, salvándose únicamente el Tabernáculo con la Custodia de plata que guardaba la Hostia Divina, más la imagen sagrada de Santiago el Mayor, gracias a la fortuita intervención del párroco Fermín Lozano Madoz.
El incendio del templo se produjo el 21 de octubre de 1798, cuando una lluvia intempestiva logró apagar el fuego de aquella catástrofe en medio del dolor humano que embargaba a la población potosina.
Santiago el Mayor, Apóstol y Patrono de la Villa Imperial de Potosí, fue por más de dos siglos, el único “Protector” de esta ciudad y, durante ese tiempo, la imagen religiosa hecha escultura por Diego Ortíz de Guzmán, mostraba su caballo con montura de plata bruñida, estando asentada toda la escultura sobre una plataforma de metal argento, resaltando en ella, la cabeza del demonio, pisada por una de las patas del caballo, simbolizando con ello, la destrucción del mal que profana el ser maligno.
*Socio de Número de la Sociedad
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