La tarde del miércoles 27 de junio, el cardenal Julio Terrazas "revivió" los años mozos de su vida en el coliseo Don Bosco, en cuyo escenario celebró la primera actividad de su jubileo sacerdotal con miles de jóvenes. El prelado llegó vestido de camisa blanca, chamarra y pantalón color negro, no con su hábito tradicional. En medio de vítores, aplausos y cánticos, el cardenal Julio fue recibido tras su retorno de Tierra Santa (Israel). Después de la celebración, El Día sostuvo una breve conversión con el prelado. Por la importancia de este diálogo directo entre este medio de comunicación y los jóvenes, compartimos in extenso, las preguntas y respuestas:
P. ¿Cuáles son las principales riquezas de fe del pueblo boliviano? (El Día)
J.T.S.: Creo que su gran amor al Señor, a la paz, a la justicia y, por sobre todo, a vivir como hermanos. Su gran piedad popular creo que es una de las riquezas más grandes e intangibles y también intocables en este momento, porque a pesar de todas las amenazas nunca pierde la fe.
P. ¿Cuáles son los desafíos para la Iglesia en Bolivia? (El Día)
J.T.S.: Creo que el desafío principal es mantener esta unidad, hacerla patente en los momentos difíciles. Que sea también expresable como lo han hecho todas las conferencias con motivo de todos los problemas que se han suscitado con nuestros sacerdotes. Yo creo que el desafío principal será siempre mantener la comunión eclesial con todos: con nuestros sacerdotes, con nuestros laicos, con los religiosos. Una unidad que vaya siendo cada día más expresión de lo que el Señor decía.
Durante el festejo un grupo de jóvenes de Pastoral Juvenil Vocacional (PJV) se acercaron a la máxima autoridad de la Iglesia Católica para hacerle algunas preguntas que una por una fueron respondidas por el Cardenal.
P. En su experiencia ¿Qué ha sido lo más satisfactorio y lo más difícil en su ministerio sacerdotal? (PJV)
J.T.S.: No sé si les interesa mucho a los jóvenes las cosas del pasado, pero ¿Qué me motivó hace 50 años a decirle un sí al Señor, a escuchar esas palabras del Señor que me llamaba no para ir a pescar a los ríos o a las lagunas sino a buscar a la persona, a los hombres y mujeres de todos los tiempos? Yo creo que aquí está aclarado que el motivo por el que se elige un servicio, es la llamada del Señor para estar a disposición de todo el pueblo, de todos los pueblos en todo momento y en toda circunstancia, en las buenas y en las malas.
P. Cuando usted era párroco en Vallegrande ¿Se imagino alguna vez llegar a este día, a celebrar 50 años de sacerdocio, 34 años como Obispo y 11 años como Cardenal? (PJV)
J.T.S.: Bueno... ustedes saben que los vallegrandinos son fiesteros, les gustan las celebraciones, pero quién se iba a imaginar que esas celebraciones en la vida del P. Julio, el obispo Julio o el cardenal Julio tenía que realizarse en momento tremendamente juveniles. Casi toda mi vida sacerdotal he sido encargado de la juventud en mi tierra, como Obispo he sido encargado de la juventud en Bolivia. Como Cardenal he recibido el grito, el entusiasmo y el apoyo de los jóvenes. Yo no lo había programado eso, el Señor lo ha hecho y a mí no me toca sino agradecerles a ustedes que expresan su cariño y su afecto, no tanto a mi persona, sino al servicio al que está llamado un Cardenal hoy. Gracias por permitirme festejar estos 50 años con ustedes.
P. ¿Cuál fue la experiencia que tuvo para decir sí al llamado del Señor? (PJV)
J.T.S.: La experiencia es muy popular y es una experiencia que puede repetirla cualquiera de los que están aquí. Es el ejemplo de hombres y mujeres que lo dejaron todo, el ejemplo que el joven, porque yo también he sido joven, no nací con 75 años encima, el joven mira a un sacerdote, observa cómo trabaja, le encanta la manera de actuar, de visitar los pueblos y comunidades, de moverse, de cantar y predicar; ve también a las religiosas que hacen otro tanto según el carisma. Frente a eso yo debo reconocer que en Vallegrande, en mi tierra, había una comunidad de sacerdotes Redentoristas y una comunidad de religiosas, y ellos trabajaban con el pueblo, por el pueblo y nunca sin ellos, ese fue el motivo que me impulso a seguir esa voz interior de ser también servidor de todos los pueblos como ellos me lo demostraban allí en mi tierra. Ese fue el motivo por el que el Cardenal dijo un sí para toda la vida.
P. Qué lema utilizó cuando se ordenó sacerdote? (PJV)
J.T.S.: Es importante dejarse llamar por el Señor para que el Señor le vaya diciendo a uno: Usted tiene este trabajo, usted tiene que seguir este camino, usted tiene que elegir el amor de Dios para volcarlo a cada persona y en cada pueblo, ese es el motivo, esa es la razón...
P. Queremos saber cuál ha sido la inspiración para crear la Pastoral Juvenil Vocacional en su tiempo... (PJV)
J.T.S.: Cuando me eligieron responsable de la Pastoral Juvenil, porque entonces yo era joven, ordenado a los 26 años, conocedor de las dificultades y problemas de la juventud, sabiendo sus virtudes pero también sus muchos defectos, porque los hay, porque no hay que ocultarlos, hay que saber guiar y orientar en un crecimiento espiritual que vaya dejando de lado las hipocresías, las maldades, las mentiras, las odios, los rencores e ir construyendo la paz, la justicia, el amor y la verdad de cada corazón, ojalá que esto todavía pueda hacerlo mientras el Señor me dé la vida.
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