La Fiscalía chilena investiga al religioso de origen irlandés John O'Reilly, suspendido de un exclusivo colegio católico de Santiago tras conocerse una denuncia de abuso sexual infantil en su contra, en un caso más del alarmante aumento de demandas por este delito en Chile.
"La investigación la realiza el fiscal Ignacio Pinto, y partió el martes cuando un abogado del colegio presentó la denuncia", informó a la AFP una fuente de la fiscalía de Santiago que pidió mantener su identidad en reserva.
El Colegio Cumbres, por su parte, confirmó en un comunicado haber presentado la denuncia de una familia de una de las estudiantes, quien "habría sido víctima de abuso" por parte del padre O'Reilly, capellán y asesor espiritual del centro, ubicado en el acomodado barrio de Las Condes, en el oriente de Santiago.
En tanto, el arzobispo de Santiago, Ricardo Ezatti, ordenó una investigación canónica por la denuncia en contra de O'Reilly, una indagación que se realiza bajo las normas de la Iglesia Católica.
"He pedido al superior provincial de los Padres Legionarios que, de acuerdo a lo que está establecido en los documentos oficiales de la Iglesia, abra una investigacion canónica, cosa que hizo hoy", sostuvo Ezatti a medios locales.
El sacerdote, integrante de la orden religiosa conservadora mexicana de los Legionarios de Cristo, "ha manifestado su total inocencia y disposición a colaborar con la investigación", y acordó con la dirección del Colegio "la suspensión de todas sus actividades en su interior hasta el total esclarecimiento de los hechos", agregó la nota de la escuela.
"Siempre he tenido el mayor respeto por los estudiantes y sus familias, y estoy convencido de que luego de la investigación se aclarará que se trata de un lamentable error y que mi actuación ha sido correcta", señaló el sacerdote acusado en un comunicado.
O'Reilly se suma a una numerosa lista de sacerdotes acusados de abuso en Chile, entre los que se destacan Cristián Precht, reconocido defensor de los derechos humanos durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), y el influyente padre Fernando Karadima, formador de varios obispos.
La Iglesia católica chilena ha investigado parte de los casos por la vía canónica, e incluso pidió perdón por los supuestos delitos, pero nunca llevó a los acusados ante la justicia ordinaria.
El hecho se produce a pocas semanas de que al menos tres niños denunciaran presuntos abusos sexuales por parte de los auxiliares de otra institución educativa del sector oriente, el Colegio Apoquindo, un colegio laico pero que traspasará su dirección a los Legionarios de Cristo.
La congregación Legionarios de Cristo ha estado en el centro de un escándalo mundial por el comportamiento de su fundador, el mexicano Marcial Maciel, fallecido en 2008, acusado de abusos sexuales a menores y quien mantuvo una doble vida con dos mujeres y tuvo varios hijos.
En mayo, el Vaticano dijo que nuevos casos de pedofilia en ese movimiento, presente en 22 países, sobre todo en América Latina, y que reivindica 800 sacerdotes, 2.500 seminaristas, 70.000 miembros laicos y gestiona 12 universidades, fueron comunicados a la Congregación para la Doctrina de la Fe.
La Fiscalía chilena realiza investigaciones por denuncias de abusos a menores en 60 colegios, 50 de ellos ubicados en el sector oriente de Santiago, donde se concentran los sectores socioeconómicos más altos, y calculó en 22% el alza de las acusaciones durante el primer semestre del año, en comparación con el mismo periodo del año anterior.
Ante este auge de denuncias, el presidente Sebastián Piñera promulgó una ley que inhabilita a los condenados por delitos sexuales contra menores a ejercer cualquier empleo que esté directamente relacionado con niños, y endureció las penas ante el alza de las denuncias de abuso infantil en Chile.
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