La Iglesia católica belga hará un seguimiento psicológico de los seminaristas que aspiren a convertirse en sacerdotes para impedir que potenciales pederastas recalen en esta institución, según ha anunciado el máximo prelado de Bélgica
Las autoridades eclesiásticas pretenden evitar así que se repitan casos como los que salieron a la luz en los últimos 25 años, en los que se han registrado más de 450 casos de pederastia por parte de religiosos y 13 suicidios de víctimas.
En particular, la Iglesia encargará a psicólogos que estudien el perfil de los hombres que ingresen el seminario, así como su formación y su desarrollo académico y personal, según dijo el arzobispo de Bruselas-Malinas, André Joseph Léonard.
Los candidatos a sacerdotes realizarán un examen psicológico para acceder a la formación eclesiástica, lo que impediría que potenciales pederastas lleguen a ser curas, explicó Léonard en una entrevista concedida anoche a la cadena flamenca VTM y recogida hoy por la prensa belga.
Asimismo, se elabora un código de conducta para prevenir posibles abusos a niños que se hará público próximamente, añadió el jefe de la iglesia belga.
"La Iglesia debe proteger mejor a los niños", subrayó el primado de Bélgica, quien evitó pronunciarse sobre los procesos en marcha por casos de abusos.
"Hay personas más competentes que yo que se ocupan de los casos.
No me expreso personalmente sobre esta cuestión", dijo Léonard.
El arzobispo sí se refirió al caso del exobispo de Brujas Roger Joseph Vangheluwe, quien fue cesado por el papa en abril tras reconocerse pederasta.
Léonard confirmó que la Iglesia belga ha decidido que el exobispo, cuyos delitos han prescrito y que se encuentra retirado en un monasterio de Francia, "no pueda volver a hablar en público".
La semana pasada, un colectivo de unas 70 personas que sufrieron en su infancia abusos sexuales por parte de religiosos en Bélgica ha presentaron una denuncia contra el Vaticano y altos cargos de la iglesia católica.
La demanda fue depositada en el tribunal de primera instancia de Gante (noreste del país), con el objetivo de demostrar la responsabilidad civil de la Iglesia católica en Bélgica y en el Vaticano en esos supuestos abusos, así como pedir una indemnización por los daños y perjuicios.
Esa misma semana, una organización de apoyo a víctimas de abusos sexuales de Alemania, Bélgica, Holanda y EEUU presentó otra denuncia contra el Vaticano, incluyendo al papa y a tres importantes cardenales, ante la Fiscalía de la Corte Penal Internacional (CPI) por cargos de lesa humanidad.
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