Miles de devotos a San Roque, entre gente de esta ciudad y visitantes del campo, otros departamentos e incluso de otros países, participaron ayer en la procesión del santo, que partió de la iglesia, llegó a la plaza Luis de Fuentes y de ahí regresó al templo. Luego de la misa, el santo fue sacado al atrio de la iglesia San Roque, donde los chunchos, de dos en dos, hacían la venia antes de partir con rumbo a la plaza principal, en dos columnas interminables al compás del sonido de las flechas en una colorida y rítmica danza marcada por los quenilleros y tamboreros.
Uno de los feligreses comentó que San Roque es “el santo de los perros, aquel francés que habría ofrecido su fortuna a los enfermos, pues un mal le obligó a vivir alejado de la sociedad para no contagiar, mientras su fiel can le llevaba pan y le lamía sus heridas”. “El (San Roque) siempre esta protegiéndome, además que en esta festividad no se consume alcohol y sí mucha aloja”, manifestó.
Otro devoto explicó que participa asiduamente cada año para preservar las costumbres tarijeñas. “Desde niño que soy devoto, porque los chapacos queremos reflejar ese dolor que sufrió San Roque pero también para poner de manifiesto las tradiciones, por eso durante la celebración dejamos de lado el alcohol”, comentó.
VENDEDORAS
Como cada año, las vendedoras de refrescos y comidas hicieron disfrutar del sabor de la aloja de maní, el sabor de los pasteles, las empanadas blanqueadas y los rosquetes, los que coparon la atención de cientos de vecinos y visitantes del barrio de San Roque. “Hay mucha venta de la alojita, y es que el calor también esta favoreciéndonos”, manifestó sonriente doña Sofía, vendedora de aloja y maní.
EL CHUNCHO
El “chuncho”, la figura principal de la fiesta, no tiene rostro y representa al antiguo leproso que, vestido de tal forma para esconder la plaga de su mal, recorría la ciudad para pedir limosna. No existe figura tan venerada, como aquel santo que dedicó la vida a curar los males y las pestes.
Los chunchos son muchos y dan a la fiesta un toque indeleble de color y ligereza; la fiesta es tan sentida hasta el punto de haber sido proclamada patrimonio, religioso y cultural de la humanidad.
patrimonio
Por ley del 8 de septiembre de 1998, la Fiesta de San Roque fue declarada Patrimonio Histórico, Religioso y Cultural de Bolivia, cuando se instruyó al Ministerio de Educación, Cultura y Deportes, a través del Viceministro de Cultura, colocar una placa en el templo de San Roque que establezca como “Patrimonio, Religioso y Cultural” la Fiesta Grande de San Roque, asimismo se autoriza gestionar asistencia técnica y financiera para el desarrollo de programas, el mantenimiento del templo y la preservación de la fiesta
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