La iglesia en Bolivia celebrará la jornada nacional del migrante este domingo 4 de septiembre, promovido por la Pastoral de Movilidad Humana. El lema que acompaña esta jornada es "una sola familia humana", propuesto por el Papa Benedicto XVI en su mensaje para esta celebración.
En sintonía con este llamado, el Monseñor Jorge Herbas, Obispo Prelado de Aiquile y responsable de la Pastoral de Movilidad Humana de la Conferencia Episcopal de Bolivia invitó en este día "a orar principalmente por nuestros compatriotas bolivianos que han emigrado a otros países en busca de mejores condiciones de vida, para que Dios les proteja y acompañe a ellos y sus familias".
Según el sitio iglesiaviva.net, para Herbas los emigrantes "tienen derecho a vivir como miembros de una sociedad. Como invita el Santo Padre, para construir entre todos una sola familia humana sin exclusiones ni discriminaciones, procurando el bien común de todos".
El Monseñor afirma que con la inseguridad ciudadana a veces "se siente miedo del extraño y se les rechaza", pero pide recordar la importancia y la centralidad de la persona y su dignidad "aunque sea de un pueblo, cultura o religión diferente. Cada pueblo está llamado a crear condiciones dignas de acogida para integrar a los emigrantes a través del dialogo con ellos, respetando sus legítimas diferencias".
"La iglesia es casa común en la que todos tienen cabida, sin excluir a nadie por su raza, cultura o condición social. La acogida en la comunidad eclesial ha de ser un signo de esperanza para los emigrantes, ayudándoles para integrarse en la nueva sociedad, respetando sus leyes y la identidad nacional, asumiendo también sus deberes a favor del bien común", asevera Herbas.
Asimismo suplicó que se auspicie "mayor justicia y solidaridad con los migrantes", para que no sean objeto "de explotaciones ni de discriminación y puedan recibir un trato laboral digno y justo".
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