La fe ha hecho que con el esfuerzo y aporte de los empleados se le construya una gruta.
Este 26 de julio, el Tata Santiago está de fiesta y la ocasión reunirá a los trabajadores en torno al patrono y al 28 aniversario de la empresa.
Fernando Cornejo, uno de los trabajadores más antiguos, cuenta que el Tata Santiago está con ellos desde hace muchos años. “En realidad llegó con una de las ampliaciones cuando se compró el terreno adjunto de Orlando, el vecino que vendió sus tierras y cuando entregó el lote también dejó al santo “para que esté en el lugar donde siempre estuvo”.
La ocasión servirá para un encuentro deportivo, juegos populares, un almuerzo y otras actividades. Cada año que pasa, la imagen de no más de 30 centímetros, es homenajeada por una de las secciones de la empresa. “En realidad todos aportan, pero el área lo hace más”, señala.
Los trabajadores son muy creyentes. También ingresan con la fraternidad La Diablada, en la fiesta en honor a la Virgen del Amparo, en Sacaba. “Sobresalimos del resto de las representaciones”, dice Cornejo con orgullo.
De la fábrica de artesanías a la empresa de cerámica
Fernando Cornejo recuerda los cambios de la empresa desde 1991, año en que ingresó a trabajar. Había un solo galpón, con una prensa pequeña que producía el azulejo 15x15 o 15X7 centímetros. Pero lo que más recuerda es que producían artesanía como imágenes del Cristo y otros detalles que eran vendidos en ferias. La transformación llegó poco a poco.
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