Iglesia Católica alista Tribunales Eclesiásticos para anular el primero y autorizar el segundo matrimonio

La Iglesia Católica alista los Tribunales Eclesiásticos para declarar nulas las partidas matrimoniales y autorizar las segundas nupcias de personas separadas de su primera pareja. Aún no existe fecha de funcionamiento pero las diócesis y arquidiócesis preparan a jueces eclesiásticos que tendrán la potestad de emitir fallos en el marco del Derecho Canónico.

El Padre Mario Panduro de la Iglesia Nuestra Señora del Pilar de Cobija informó a Erbol que estuvieron en La Paz durante tres semanas, donde fueron capacitados sobre el Derecho Canónico y la Nulidad Matrimonial que serán atendidos por los miembros del Tribunal, que en caso del norte del país, funcionaría uno en Riberalta y otro en Cobija.

"El Tribunal Eclesiástico va ser para sentenciar por medio de juicios, los matrimonios que en su momento nunca llegaron a ser sacramento y por alguna causa ha tenido dificultad y en ningún momento fueron verdaderos, se los declaran nulos”, manifestó.

Aclaró que no es que haya una apertura para el divorcio porque para la Iglesia, el matrimonio es una vez y para siempre. Dios dijo que "lo que Dios ha unido, no lo separe el hombre”.

Sin embargo, sostuvo que la Iglesia siempre ha tenido la apertura de estudiar el caso de parejas que viven separadas o viven con otra persona. En este caso se busca alguna causa que lo haga nulo. En el Derecho Canónico, hay 28 causas que uno puede encontrar para que el matrimonio se lo declare nulo, comentó.

"Nulo quiere decir…es como si nunca hubiera existido ese matrimonio, se lo declara nulo y ya queda libre una persona para sacarse, si ella quiere. Si es conveniente y si está bien psicológica y mentalmente, el juez eclesiástico le permite casarse con otra persona que ya está viviendo”, precisó.

Indicó que actualmente hay un proceso de información al interior de las Iglesias sobre el Tribunal Eclesiástico y algunos ensayos de cómo funciona bajo orientación de un superior. Consideró que este será un nuevo desafío para la Iglesia en el sentido de atender la separación de parejas para que se vuelvan a casar por Iglesia.