Una expedición de arqueólogos italianos de la Universidad del Salento-Lecce ratificó ayer que descubrieron la tumba del apóstol Felipe, uno de los doce discípulos de Jesús, martirizado alrededor del año 80 en Hierápolis (actual Turquía), y anunció el hallazgo de una vieja iglesia que rodeaba al sepulcro.
La misión estuvo dirigida por el profesor Francesco D’Andria, quien dio la noticia durante una conferencia de prensa en la capital turca, Estambul, en el marco de una presentación de las actividades de excavación. Recordó que “las fuentes literarias ya en el año 190 dijeron que en Hierápolis se mostraba la tumba de San Felipe”.
La tumba del apóstol fue objeto de intensas y largas búsquedas, pero D’Andria afirma haberla encontrado bajo los restos de un santuario bizantino del siglo V, edificado justamente en memoria del apóstol martirizado.
Hierápolis dista 250 kilómetros de Esmirna y del mar Egeo, fue fundada en 189 a.C. y 50 años después pasó a poder de Roma.
San Felipe habría llegado a la ciudad para evangelizar a los partos, etnia local, pero su actividad chocó con los deseos de las autoridades civiles y religiosas, que lo ejecutaron, aunque las fuentes difieren en el modo de martirio: crucificado cabeza abajo o decapitado.
“Utilizamos sistemas geofísicos para identificar eventuales cavidades, pero eso no dio resultado”, explicó D’Andria, y luego contó que al cavar hallaron el santuario, que consiste en una iglesia a tres naves construida en torno a la tumba romana que por tradición se atribuye al apóstol.
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