La Procesión de Candelas, que para esta gestión lleva el lema de "Virgen del Socavón, Estrella de la Mañana", se desarrollaba con normalidad, luego de transcurrir por las principales calles del casco viejo de la ciudad de Oruro, etapa en la que se pudo advertir que la religión católica tiene mayor predominancia, pues miles de feligreses asistieron a esta actividad, exclamando oraciones para la Virgen María, acciones fortalecidas por el armado de altares a cargo de las cinco diabladas del Carnaval de Oruro y de familias particulares que se adhirieron a la peregrinación; cuando de forma imprevista se desató una tempestad, que incluyó vientos cambiantes, truenos y relámpagos, granizada y fuerte precipitación pluvial.
Esta perturbación atmosférica, se produjo justo antes que los peregrinos, liderados por el Obispo de la Diósesis de Oruro, Cristóbal Bialasik y el Nuncio Apostólico en Bolivia, Giambattista Di Quattro, además de autoridades departamentales y municipales, ingresarán a la Avenida Cívica Sanjinés Vincentti, por tal motivo la gente se dispersó para poder guarecerse, esperando aproximadamente una hora, desde las 19:30, mientras las calles que circundan al Santuario del Socavón se inundaron por la persistente lluvia.
En este contexto y al ver que la precipitación pluvial no cesaría se determinó realizar la celebración litúrgica en el Santuario y no así en el atrio, quedando los ambientes de la infraestructura sacra muy reducidos, ante una multitud de feligreses, de los cuales, muchos no pudieron ingresar.
El acto litúrgico estuvo a cargo del Nuncio Apostólico Giambattista Di Quattro, quien reflexionó, en la homilía, sobre la importancia de la Virgen María durante toda la vida de Jesús, situaciones que fueron reflejadas, cuando El Hijo del Hombre muere en la cruz, y Éste entrega a su Madre a la humanidad, por tanto en la advocación de la Virgen del Socavón, la Estrella de la Mañana, se convierte en la Progenitora del pueblo orureño, mostrando a Jesús como la luz del mundo.
Al concluir la eucaristía, celebrada en las vísperas de la fiesta de la Virgen de la Candelaria, se determinó aplazar la serenata que se debía realizar en un escenario armado en la Plaza del Folklore, porque la lluvia no paraba de caer; sin embargo, las autoridades eclesiásticas ponderaron la fe del pueblo orureño que continuó con la actividad preparada por el cumpleaños de la "Kachamosa", previendo realizar para hoy otras actividades en su honor y también celebrando la jornada de la vida consagrada.
FELIGRESES
Mientras los miles de feligreses se guarecían de la tormenta, algunos de ellos, comentaban que seguramente la Virgen del Socavón se encuentra molesta por la serie de problemas e intereses de grupo así como personales que configuran al Carnaval de Oruro 2012, al margen del mercantilismo reinante en esta época.
"Esto es un castigo de la Virgencita, debemos pedirle perdón y tratar de no hacer más problemas", comentaba una señora muy preocupada, percepción que se reprodujo en otros grupos de devotos que se protegían de la lluvia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario