El Vaticano, sacudido en los últimos días por divisiones internas y reproches de mala gestión, en contradicción con el deseo de Benedicto XVI de luchar contra la corrupción, desmintió con fuerza ayer estas acusaciones.
"Estas alegaciones son fruto de juicios erróneos o basadas en temores sin fundamento", declaró el presidente del Governatorato del Vaticano, el cardenal Giovanni Lajolo, en un comunicado.
Carlo María Vigano, designado en octubre pasado embajador de la Santa Sede en Washington, denunció casos de mala gestión en el seno de esa institución y calificaba su traslado a Estados unidos de "veredicto de condena" en un momento en el que trataba de "sanear numerosas situaciones de corrupción"./
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