Dos italianos que sufrieron cuando eran menores abusos sexuales por parte de curas consiguieron hoy entregar a un funcionario de la Secretaria de Estado vaticano una carta dirigida al papa Benedicto XVI en la que pedían medidas concretas para afrontar el problema.
Los dos hombres, Alberto Sala y Francesco Zanardi, pedían en su misiva medidas concretas para contrastar el fenómeno de los curas pederastas y ayudar a las víctimas y sugerían a apertura de los archivos de la congregación para la Doctrina de la Fe sobre esos casos.
Sala, presidente de la asociación "Piccolo Alan", y Zanardi, de la asociación "Abuso", llegaron hoy al Vaticano tras una marcha que comenzaron el pasado 22 de septiembre en Savona, noroeste de Italia, para concienciar a la gente sobre estos "crímenes", como definieron hoy a los casos de curas pederastas.
Ambos llegaron a la plaza de San Pedro vistiendo una camiseta en la que estaba escrito "Peregrinación por la verdad. Basta silencio en la Iglesia, basta la indiferencia".
Los dos italianos fueron en un primer momento bloqueados por la Gendarmería vaticana, pero tras explicar el motivo de su presencia fueron acompañados hasta el Portón de Bronce, donde se encuentra el acceso al palacio apostólico, y allí entregaron la carta a un funcionario de la Secretaria de Estado.
Los dos activistas explicaron que su objetivo será poder hablar algún día con Benedicto XVI, pero se mostraron satisfechos por haber entregado la carta, pues se trata de un "gesto simbólico".
En Italia el caso más conocido de pederastia por parte de sacerdotes es el de los 67 alumnos sordos de un colegio religioso de la localidad de Verona (norte de Italia), que denunciaron haber sufrido abusos sexuales entre los años 1950-1984 por parte de los curas del centro.
Los denunciantes tienen entre 50 y 70 años y fueron supuestamente sometidos a abusos por parte de 25 sacerdotes, algunos de los cuales siguen todavía en activo.
EFE
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