Como pedida por encargo. La lluvia que cayó la madrugada de ayer aplacó el calor y dispersó el humo que había en el ambiente de San José de Chiquitos. Con el cielo despejado y en medio de la naturaleza de un paisaje oriental, el Divino Niño fue recibido en su nuevo hogar, un templo construido gracias al apoyo de los devotos de este ‘niño milagroso’.
En presencia de centenares de feligreses, monseñor Carlos Stteter y los padres Alfredo Spieesberger y Ricardo Maldonado estuvieron a cargo de la celebración religiosa y de la bendición del nuevo santuario, ubicado en la comunidad josesana.
En el acto inaugural tuvieron que colocar sillas extras debido a la gran cantidad de creyentes que llegaron para reafirmar su fe y recibir la bendición del Divino Niño. Los comerciantes aprovecharon la oportunidad para ofrecer llaveros, denarios, rosarios, medallas, pulseras y prendedores con la imagen religiosa.
Esta nueva infraestructura cuenta con dos cabañas de descanso, dos dormitorios, un comedor y baños equipados por una persona que prefirió quedar en el anonimato.
Todo esto requirió de una inversión de $us 280.190, de los que todavía se mantienen en deuda $us 26.682, informó Lola Balsa, administradora general de la Aldea Padre Alfredo.
Asimismo, informó de que el diseño del templo estuvo a cargo del arquitecto Franco Égüez y la ejecución de Francisco Díez y de Jhonny Lorder.
“Es una obra levantada con amor. Se merece destacar el ahínco con el que trabajaron las damas del comité impulsor”, expresó un poblador.
Monseñor Carlos Stteter leyó un decreto de la Iglesia, que lo declaraba un santuario diocesano y que instauraba su fiesta cada 2 de octubre. Asimismo, determinó que el encargado de la administración del santuario sería el párroco de San José de Chiquitos.
El terreno de tres hectáreas donde se encuentra la construcción fue donado por el Padre Alfredo y los trabajos se hicieron posibles gracias a donantes del extranjero y locales.
Inicia el mes de los milagros
A partir del 1 de octubre, las ‘damas de morado’ desempolvaron sus hábitos para honrar al Señor de los Milagros. En la parroquia de este santo, que se encuentra en Urbarí, habrá misa todas las noches y se rezará la novena.
Este será el vigesimoquinto año en que la señora Ruddy Ramírez vestirá este traje y que participará de la peregrinación que se realizará del 9 al 18 de octubre, partiendo de la Catedral hacia la parroquia de Urbarí.
“Participo cada año con mucha devoción. Mi penitencia es caminar descalza para pedir la bendición del Señor”, expresó la devota. El padre colombiano Yamil Martínez oficia la misa de las 11:00 de los domingos.
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