El robot KR16, de fabricación alemana y probado en Sevilla, empezó ayer la tarea de escribir la Biblia, a pluma y en cuidada caligrafía medieval, ante la puerta de la catedral de Tréveris (oeste de Alemania).
La mano firme del robot, apuntalado en un contenedor industrial de siete metros de largo a modo de escaparate, inició lo que se perfila como un largo trabajo de 11 meses de duración, las 24 horas del día, bajo la supervisión del equipo técnico y artístico formado por Matthias Gommel, Martina Haitz y Jan Zappe.
“Va a necesitar un kilómetro de papel, con un ancho de 63 centímetros, y apenas un litro de tinta para tan gran cometido”, explicó a EFE Gommel, ante el inicio de su experimental escritura del texto sagrado.
La tinta es un elemento “de rendimiento extraordinariamente alto”, recordó el artista, acorde con el espíritu “ahorrador de los conventos”, ahora recuperado para una experiencia artística que pretende hacer congeniar lo medieval con la tecnología moderna.
“Nuestro KR16 es un robot de serie, generalmente utilizado para el montaje de automóviles, que nosotros hemos adaptado para reproducir la caligrafía propia de las monjas de los conventos”, añadió Gommel.
Se trata de un robot con un amplio rodaje a sus espaldas, puesto que ejerció ya funciones bíblicas similares en Sevilla, en 2008, durante la Bienal Internacional de Arte Contemporáneo.
Ahora, la idea es trasladar esa misma experiencia a Tréveris, la catedral de la diócesis más antigua de Alemania, donde el proyecto fue aprobado por el obispado en 2007.
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