Scarpellini celebró una misa para la puesta en un altar de la imagen en una capilla del barrio de Ventilla de El Alto, donde decenas de personas devotas de la Virgen María manifestaron su religiosidad con cantos aimaras.
"Es la primera vez que veo esta imagen así, vestida como ´cholita´ y es algo bonito, realmente, para significar de esta manera la cercanía de la Virgen María como madre a las mujeres que viven en El Alto y en el altiplano", dijo Scaperllini.
La escultura religiosa incluye la manta, las polleras de colores y el típico sombrero bombín de las "cholitas". También carga al Niño Jesús a la espalda en un aguayo, una tela multicolor con motivos indígenas, como habitualmente lo hacen las mujeres aimaras en El Alto y de la zona andina de Bolivia.
Las ropas son sencillas como usan la mayoría de las "cholitas" aimaras aunque en el templo algunas personas comentaron que con el tiempo la imagen seguramente se llenará de varias joyas y lujos por la influencia del sector burgués de las "cholas" empresarias.
La iniciativa de la Virgen María "cholita" partió de la anciana aimara Toribia Quispe, quien explicó que recurrió a un diminuto bombín para cubrir una corona dañada en otra imagen mariana pequeña. Después decidió vestirla como ella misma tras recibir la aprobación de sus vecinos y sus hijas, que antes fueron monjas.
Los sacerdotes de la capilla Señor de la Exaltación, con la ayuda de los vecinos, encargaron hacer una escultura más grande que ayer comenzó a ser objeto de devoción en esa ciudad, habitada en su mayoría por una población aimara proveniente del campo.
Los religiosos explicaron que se trata de una escultura de la Virgen de la Asunción, que en Bolivia se denomina Virgen de Urcupiña.
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