martes, 16 de agosto de 2016
En la caminata y la misa central, el clamor a la Virgen es unidad del país
Decenas de fieles católicos partieron anoche en una caminata de más de 15 kilómetros hasta el Calvario de Urcupiña en el cerro de Cota, a la cabeza del arzobispo Óscar Aparicio. Todos abrigados y con zapatos cómodos salieron juntos cantando avemarías y recitando oraciones.
A diferencia de otros años en los que la comitiva partía del kilómetro 1 de la avenida Blanco Galindo, este año lo hizo desde el santuario de la Catedral, en la plaza 14 de Septiembre. Los caminantes hicieron cuatro paradas durante el trayecto para dialogar con el Arzobispo y orar.
Aparicio guió las plegarias a la Virgen pidiendo por la unidad de Bolivia y rezó por la erradicación de la violencia en las familias.
MISA CENTRAL El mismo clamor se oyó ayer en la misa de Quillacollo, a la que autoridades nacionales y departamentales asistieron. “Frente a tantas situaciones angustiosas que hacen sufrir a nuestro pueblo, es fundamental trabajar en la unidad", dijo en su homilía el arzobispo Óscar Aparicio.
Por su lado, el vicepresidente de Bolivia Álvaro García Linera, el gobernador Iván Canelas, el gobernador cruceño Rubén Costas, el alcalde de Cochabamba José María Leyes y el alcalde de Quillacollo Eduardo Mérida coincidieron en que el desarrollo del país solo será factible en base a la unión.
Hubo solicitudes adicionales. Por ejemplo, José María Leyes pidió a la Patrona de la Integración agua para Cochabamba y García Linera, crecimiento económico para Bolivia.
A diferencia de gestiones pasadas, la primera fila de la misa central de Urcupiña estuvo colmada de representantes de diferentes agrupaciones políticas, desde concejales, hasta alcaldes municipales.
La celebración, que fue amenizada por el grupo argentino Los Cuatro de Córdova, culminó después del mediodía con una procesión de la imagen por la plaza principal de Quillacollo entre miles de devotos.
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