Tras el robo ocurrido en abril de 2013, en el que desaparecieron joyas del Santuario de la Virgen de Copacabana, hace poco menos de un año se instalaron 50 cámaras y sensores que vigilan el lugar con el fin de evitar que se cometa otro delito.
El proceso penal que se abrió para encontrar al responsable del robo terminó con el sobreseimiento de los sacerdotes que estaban investigados, informó el guardián rector del Santuario de Copacabana, René Vargas.
El sacerdote explicó que en julio del año pasado se instalaron las 50 cámaras luego de haberlas adquirido con dinero propio de la iglesia, de los franciscanos. "(No recibimos) nada de la población y nada de la Alcaldía”, señaló Vargas.
Una madrugada de abril de 2013 la corona, el canastillo, los anillos y aretes, joyas de oro y la media luna de plata que adornaban la imagen de la Virgen de Copacabana desaparecieron del lugar. El hecho generó una molestia colectiva en la población y también en los sacerdotes.
Los antisociales ingresaron por la parte posterior de la basílica y rompieron los vidrios de una ventana para llegar al camarín donde se hallaba la efigie. Utilizaron una escalera para llegar hasta la ventana que da al camarín y después se llevaron las joyas de oro y plata.
El robo movilizó a la población que fue convocada mediante redoble de campanas para sostener una asamblea de emergencia en la que se determinó formar grupos de vigilancia ante la carencia de policías.
Tras el delito, tres sacerdotes franciscanos de Copacabana fueron aprehendidos como los principales sospechosos. Días después una mujer fue detenida también como sospechosa.
"La investigación ha sido mal dirigida y debería haberse seguido otra vía pero no lo han hecho”, señaló Vargas.
En 2013, la basílica contaba con cámaras pero a raíz del robo se detectó que había una mala conexión en los equipos y por lo tanto no grababan nada. Asimismo, Vargas dijo que algunas cámaras se dañaron porque los rayos del sol les llegaban directamente casi todo el día.
En noviembre de 2013, siete meses después del robo de las joyas, las juntas vecinales de Copacabana anunciaron que se iban a hacer cargo de la compra de cámaras de seguridad.
La decisión la tomaron después de una asamblea y además se anunció que tenían un presupuesto de 45.000 bolivianos, dinero recaudado por vecinos de Copacabana y devotos paceños en una procesión realizada el 21 de junio en la sede de Gobierno.
A la fecha los tres franciscanos recibieron el sobreseimiento; por lo tanto, fueron absueltos de culpa. Sin embargo, después de casi tres años del hecho la justicia no emitió ningún fallo, no hay culpables y tampoco aparecieron las joyas robadas.
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