Los cálculos de que este año el número de peregrinos a Cotoca podría llegar al millón de personas parecen quedarse cortos. Fue impresionante la cantidad de feligreses que, como una masa humana en constante movimiento, copó el carril norte de la doble vía al santuario desde las 15:00, dos horas antes de que se cierre oficialmente ese sector de la carretera con control policial. La gente desafió la alta temperatura de la tarde y empezó a recorrer la ruta, muchos llevando a hijos pequeños en carritos o impulsando sillas de ruedas de personas con discapacidad.
“La verdad es que se ve que, como ya se decía en los medios de comunicación, aumentó el número de fieles que concurren durante la festividad de la Inmaculada Concepción a Cotoca”, comentó el profesor José Soliz, uno de los peregrinos, luego de llegar al santuario.
Similar opinión expresaron otros devotos de la madre de Jesús en el trayecto.
La alta temperatura comenzó a amainar a las 19:30, cuando empezó a soplar una leve brisa, mientras que en el horizonte había relámpagos como presagio de lluvia que había sido anunciada por el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi).
Mensaje
A los pies de la Mamita, en el altar levantado en el frontis del templo, la Iglesia convocó a vivir y a practicar la solidaridad con los necesitados, considerando a la Virgen María como modelo para fortalecer la unidad familiar.
“Mirando aquí la bonita imagen de la madre de Jesús, le pedimos que nos ayude en la unidad de la familia. Siguiendo el lema Con María, a la mesa del pan partido, así seamos cada día pan compartido con nuestros familiares y con los demás”, expresó monseñor Estanislao Dowlaszewicz, que presidió el oficio eucarístico de las 19:00, denominado misa de fiesta.
Ambiente
Mientras se monseñor Estanislao celebraba la eucaristía al aire libre, en el atrio del templo, con los fieles que colmaron la céntrica plaza, las demás calles se convirtieron en escenario de una especie de gran feria.
Música, juegos de entretenimiento para niños y de azar, venta de comida, de objetos religiosos, de velas, de artesanías y otros más formaban parte de las actividades paralelas.
Al lado norte del templo se ubicó una decena de santeros, gente que se dedica a curar con oraciones y ‘untos’ de alcohol combinado con hojas de coca, con las que ‘leían la suerte’ de quienes contrataban sus servicios.
“Esto forma parte del sincretismo religioso, que se respeta”, dijo el párroco de Cotoca, Juan Carlos Huaygua
ESTRICTO CONTROL DE LA POLICÍA EN LA RUTA
Centenares de efectivos policiales y gendarmes ediles, además de la Policía Militar (PM), cumplieron un estricto control en la ruta para evitar infracciones a la ley seca.
En la hora del cierre de la carretera empezaron a circular vehículos policiales en el carril derecho de la doble vía a Cotoca, vigilando que no se cometan infracciones contra el auto de buen gobierno dispuesto por la Gobernación, que contempla también la realización de fiestas con conjuntos musicales. Esta medida está vigente hasta las 24:00 de ese lunes.
El gobierno municipal de Cotoca coordinó con su similar de Santa Cruz en el control de la venta de alimentos. “Se ha efectuado un buen trabajo”, dijo Gary Antelo, del programa Mercado Saludable y Productivo de la comuna cruceña.
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