El papa Francisco cumplió ayer 78 años y los fieles que acudieron a la audiencia general en la Plaza de San Pedro le organizaron un cumpleaños que llevó al Vaticano el “viento de la Pampa”.
A pesar de que el Vaticano celebra sólo el onomástico de los pontífices, Francisco tuvo su torta (ofrecida por los feligreses) y sopló las velas.
Tras cantar al Papa el “Cumpleaños Feliz”, también le ofrecieron un mate, la bebida típica en Argentina y de otros países de Latinoamérica.
Como el año pasado, cuando invitó por su cumpleaños a almorzar a cuatro “sin techos”, Francisco también quiso estar ayer a lado de los más necesitados y en el altar instalado en San Pedro saludó y abrazó a un grupo de ocho vagabundos que estaban acompañados por el limosnero pontificio, el croata Konrad Krajewski, y que le regalaron algunos girasoles.
Miles de apasionados del tango se congregaron en la plaza de San Pedro al son del bandoneón. Llegados de toda Italia y algunos incluso de más lejos, los bailarines se levantaron al alba para asistir en primera fila a la audiencia general que comenzó a las 10:00 locales.
Cuando el Papa llegó, agitaron un pañuelo blanco. Tras escuchar la catequesis sobre la familia y varios cantos en español de feliz cumpleaños, las notas de “Libertango” de Astor Piazzolla abrieron el baile desde la adyacente plaza Pio XII. “A los tangueros presentes los invito a que hagan soplar aquí un poco de viento pampero”, les dijo el Papa al despedirse.
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