miércoles, 3 de diciembre de 2014

El Cristo de las lágrimas, al que la fe popular le atribuye fenómenos sobrenaturales

Su nombre lo define. Se dice que de sus ojos han salido lágrimas en más de 60 oportunidades y que, después de un análisis, se concluyó que su composición es semejante a las humanas. En el templo Nuestra Señora de la Candelaria, en Mallasa, donde su imagen fue entronizada el 31 de agosto, ningún feligrés le ha visto llorar todavía.
Su cabeza, que se supone está hecha de yeso, descansa sobre una cruz de madera, sus ojos celestes y pestañas forman parte de un rostro algo despintado y lastimero, rodeado por rizos de cabello, no se sabe si natural, de color café.
La historia del Cristo de las lágrimas se inicia en Tarija, en 1989, cuando la señora María Eugenia Lahore observó la imagen por primera vez. La misma le resultó demasiado dolorosa y hasta mutilada, ya que sólo consta de la cabeza. Meses después un familiar le regaló una imagen idéntica a la que vio en tierra chapaca.

"Yo trabajé en el Banco Central junto a la señora que era la propietaria del Cristo. Ella me contó que el 3 de junio de 1992, a las seis de la tarde, su hijo y un compañero miraban la imagen, cuando ésta empezó a derramar lágrimas”, detalló Ortega.

Ortega es miembro de la comunidad católica de Mallasa. Fue ella la que propuso a la propietaria donar la imagen para que no sólo su sobrenatural historia sea difundida, sino que sea un símbolo de reflexión y fe para los católicos y que, finalmente, Mallasa se convierta en un lugar de peregrinación.
Después de una negativa inicial, Lahore meditó la propuesta y decidió donar la imagen.


Algo de historia
Fue Lahore que, en 1992, vio sorprendida que las lágrimas del Cristo humedecieron sus manos. A partir de entonces, y según le contó a Ortega, el fenómeno se ha repetido 60 veces frente a varias personas. Desde entonces el cristo ha viajado por diferentes ciudades de Bolivia y ha dado evidencias de curaciones físicas.

Durante uno de esos fenómenos, el doctor boliviano Ricardo Castañón Gómez -graduado en Psicología Clínica, especializado en Neuro-Psicofisiología Cognitiva, Medicina Psicosomática y Bioquímica Cerebral- quien desde hace más de dos décadas investiga fenómenos de este tipo, tomó una muestra de las lágrimas para que sean analizadas en un laboratorio.

Según explicó Ortega, Castañón, que radica en México, manifestó que el resultado fue que aquel líquido cristalino tenía la composición de lágrimas humanas. Además, añade, que desde que se registró el fenómeno el Cristo de las lágrimas ha hecho varios "milagros” y que se encuentra trabajando en una recopilación de los testimonios de fe para publicarlos.
No hay una investigación
El párroco de la iglesia de Nuestra Señora de la Candelaria, Giovanni Arana, al enterarse de la historia de la imagen decidió consultar a Castañón, que dio fe del fenómeno.
"Él dio certeza de que sí lloraba y entonces manifesté mi intención de entronizarla (...). De modo general, puedo decir que Dios busca los modos de comunicarnos ciertas cosas. De esta imagen en concreto de verdad no sabría qué decir, pero Castañón nos dijo que tenemos una joya, porque él tuvo casos de fenómenos que se presentaron hace 20 años y que vuelven a ocurrir”, indicó el párroco.
Arana detalló que no existe actualmente una investigación sobre el fenómeno debido a que éste no se ha producido recientemente y que tampoco se guardó una lágrima en su momento.
El párroco no tiene conocimiento de que se le haya atribuido un milagro. Sin embargo, de ocurrir nuevamente el fenómeno se deberá informar al Obispado y las autoridades eclesiásticas determinarán si corresponde una investigación.
"El papa Francisco dice que tenemos que ser respetuosos con este tipo de fenómenos que se atribuyen a la religiosidad popular (...). Yo no estoy de acuerdo ni en demasiado fanatismo ni en el escepticismo (...); yo creo en lo que dice el doctor Castañón”, afirmó Arana.

Castañón llegó para la entronización del Cristo de las lágrimas en la iglesia de Nuestra Señora de la Candelaria y dio dos conferencias referidas a las imágenes que exudan lágrimas.
"Manifestó lo privilegiados que somos en Mallasa de tener una imagen original que derrama lágrimas que son humanas y que en todo el mundo no existen más de 100 imágenes (...)”, argumentó Ortega.
La devoción se fortalece
Concepción Ramírez viuda de Leguía es la impulsora de la construcción de la iglesia en Mallasa. Para ella, la comunidad ha recibido con mucha devoción y respeto la llegada del Cristo de las lágrimas.
"Hay mucha gente que se está acercando al Señor a rezar. Eso quiere decir que está obrando en nosotros. En cuanto al vecindario, vemos cada domingo a más personas que asisten, inclusive hay fieles que están regresando”, comentó.
María del Carmen Acarapi es miembro del Consejo Parroquial y para ella la imagen fue recibida con alegría, algo de temor, pero sobre todo motivación. El temor se daba porque la comunidad católica en Mallasa no quiere ser la causante de que el Cristo vuelva a llorar.

"Su presencia es algo que nos motiva y Cristo nos dice ‘yo estoy presente, acompañándolos’ y estamos muy alegres porque creemos que es milagroso”, dice.
Respecto al escepticismo que podría generar la existencia de las lágrimas del Cristo, Ortega explicó que se puede debatir mucho, pero que al final "es cuestión de fe”, algo se observa en las misas los domingos a las 10:30 y 19:00, y el primer viernes de cada mes a las 19:00 abiertas la población.
La fe de los parroquianos de Mallasa se ha visto exaltada por este Cristo, del que aún no se sabe si volverá a llorar.

"Hay mucha gente que se está acercando al Señor a rezar. Eso quiere decir que está obrando en nosotros”.
Concepción Ramírez. Miembro de la comunidad católica de Mallasa.

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