Las joyas más antiguas de la Virgen de Urkupiña se encuentran depositadas en un banco de Cochabamba, desde 1989, y las más recientes en una bóveda de Quillacollo, para evitar robos, tal como ocurrió en el Santuario de Copacabana (La Paz), informó el párroco de San Ildefonso, Víctor Benavente.
Cuando los feligreses regalan joyas a la Virgen, un grupo de policías resguarda la imagen las 24 horas del día, hasta que las alhajas sean llevadas a la entidad financiera que las resguarda.
Para proteger las joyas de la Virgen, en el templo de San Ildefonso y la bóveda donde se las guarda, se han instalado cámaras de vigilancia y sensores, mediante el programa de seguridad ciudadana Ojo Vivo.
Según una publicación de El Tunari de Quillacollo, la Virgen de Urkupiña fue víctima de robo en la década del 70. Sin embargo, los ladrones devolvieron las joyas después de haberse arrepentido.
En esta publicación, del 30 de abril pasado, se señala que la Patrona de la Integración sufrió también robos durante la Colonia y la República, debido a que "siempre fue una imagen muy enjoyada".
VALOR
El párroco de Quillacollo, Víctor Benavente, explicó que algunas joyas de Urkupiña datan de 50 o 60 años atrás, cuando la festividad empezó a ganar fuerza en esta provincia. Sin embargo, no descarta que haya otras alhajas mucho más antiguas.
Consultado sobre si la parroquia hizo un inventario de las joyas y regalos de la Virgen, Benavente respondió que hasta el año 89 "debe estar registrado, y desde ese año no hay un cálculo oficial".
Añadió que se requiere de un perito que pueda evaluar las joyas, para saber si se trata de plata, oro u otro material.
“Y creo que con esta experiencia (del robo en el Santuario de Copacabana) hay que hacerlo lo más pronto posible", dijo.
La Virgen de Urkupiña tiene anillos, aretes, prendedores y mantos de tela fina.
Las joyas que adornan a la Virgen son donados por los feligreses.
Los retablos y los altares se constituyen en patrimonio del templo de San Ildefonso. Uno de los más importantes, además de la Virgen, es la imagen de San Ildefonso, que se encuentra en el sector sur de la nave lateral oeste.
El monseñor Francisco Cano Galvarro trajo desde Roma (Italia) esta reliquia, el año 1950, según una publicación de la Unidad de Turismo de la Alcaldía de Quillacollo.
Otro patrimonio importante de San Ildefonso, al igual que otras iglesias en Cochabamba, es el pan de oro con el que está revestido parte de las columnas. Benavente señaló que recién el año pasado se colocó este material en los pilares, gracias a una devota de la Virgen de Urkupiña.
El párroco de Quillacollo lamentó los robos ocurridos en el Santuario de Copacabana y en iglesias de Potosí, lo que considera un sacrilegio porque hay gente que se atreve a "robar" lo sagrado.
Benavente recordó que San Ildefonso está abierto como promedio 14 horas al día, por lo que la afluencia de gente es grande y se requiere mayor vigilancia.
ROPA DE LA VIRGEN
Los mantos que los feligreses regalan a la Virgen de Urkupiña se constituyen en otro patrimonio importante del templo de San Ildefonso. Aunque no se ha hecho un inventario de estas piezas, Benavente estima que hay entre 500 a 600 mantos, de diferentes materiales y colores.
En el museo se exhiben los mantos de la Virgen de Urkupiña. Algunos tienen no solamente valor espiritual, sino también económico.
Otro patrimonio importante de Quillacollo es el templo de San Ildefonso, que tiene una antigüedad de 104 años.
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