El papa Benedicto XVI afirmó ayer que su próximo viaje al Líbano del 14 al 16 de septiembre será "bajo el signo de la paz", en un mensaje pronunciado en francés tras el rezo del Ángelus ayer en Castelgandolfo (cerca de Roma).
Asimismo, en su mensaje instó a todas las autoridades y comunidad internacional a que la búsqueda del diálogo y de la reconciliación sean prioritarios en Oriente Medio.
"Aunque parece difícil encontrar soluciones a varios problemas de la región, no hay que resignarse a la violencia y a la exasperación de las tensiones", dijo.
"La voluntad del diálogo y la reconciliación tiene que ser prioridad para todas las partes y apoyada por la comunidad internacional, que tiene que ser cada vez más consciente de la importancia para todo el mundo de una paz estable y duradera en la región", agregó.
Benedicto XVI recordó que en el Líbano presentará la Exhortación apostólica post-sinodal, fruto de la Asamblea especial para Medio Oriente del Sínodo de los obispos que se celebró en octubre de 2010.
"No ignoro la situación a menudo dramática que vive la población de esta región, desde hace ya demasiado tiempo acuciada por los incesantes conflictos. Comprendo la angustia de los ciudadanos de Medio Oriente, inmersos cotidianamente en sufrimientos de todo tipo que afligen tristemente, y a veces mortalmente, su vida personal y familiar", agregó.
El papa, que no citó el conflicto en Siria, también dedicó su pensamiento a todos aquellos que "en búsqueda de un lugar de paz, abandonan su vida familiar y profesional, y experimentan la precariedad de los refugiados".
Benedicto XVI terminó su mensaje exclamando: "¡Qué Dios bendiga al Líbano y a todo el Oriente Medio!".
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