Tarija recuerda 28 años de la visita del Papa Juan Pablo II

El 13 de mayo es un día especial y con mucha historia para la iglesia católica por varios aspectos; es una fecha mariana, es decir, es el día en el que se celebra la fiesta de la Virgen de Fátima, pero también es la fecha en la que se recuerda el atentado contra el Papa Juan Pablo II de 1981, cuando el turco Ali Mehmet Agca disparó dos balas contra la humanidad del sumo pontífice.

Sin embargo, es un día más especial para los tarijeños y la iglesia católica en esta tierra porque se recuerda la llegada y visita de Juan Pablo II a Tarija en 1988. Por esto, hoy se conmemoran los 28 años de aquella visita que congregó a más de 300 mil personas en lo que ahora se conoce como el Mirador del Papa Juan Pablo II, en la zona del Aeropuerto.
“Al llegar a Tarija mi corazón se desborda en alabanzas al Padre celestial por esta tierra que Él os ha dado, y que está como oculta por las montañas a los ojos del mundo; quiero alabar al Creador por vuestras selvas que bajan desde los valles al Chaco, por las flores, los viñedos y árboles frutales, que son un don del Padre para sus hijos en este rincón del sur de Bolivia. Vuestro alegre folklore “chapaco”, los rostros de los aquí presentes y sobre todo vuestras tradiciones cristianas llenan mi alma de gozo, al comprobar como Sucesor del Apóstol Pedro, la fecundidad del mensaje de Cristo en estas tierras, regadas por el río Guadalquivir”, fueron las palabras del Papa en este entonces.
Un momento histórico para Tarija y una fecha que no pasa desapercibida, pues desde esa ocasión todos los años se realiza una celebración religiosa en el lugar desde donde el Papa Juan Pablo II trajo un mensaje de paz, amor, esperanza y justicia para todos los habitantes que viven en esta tierra. Este año no será la excepción y por ello el Gobierno Municipal de Tarija junto al Obispado organizaron una misa para hoy a las 10 de la mañana recordando este acontecimiento.
“Este año haremos la misa a las 10 de la mañana con otros sacerdotes que se unen por este momento y recordaremos las palabras del Papa en su visita a Tarija, pero además, hacemos la misa en honor a la virgen María, nuestra señora de Fátima”, dice el obispo en Tarija, Monseñor Javier del Río.
El Monseñor recuerda la visita del Papa Juan Pablo II como “un momento histórico, muy agradable y muy bonito”, y explica que merece ser resaltado todos los años porque es una oportunidad especial para recordar el mensaje del sumo pontífice dirigido sobre todo a los niños.
“El papa estaba haciendo una visita a toda Bolivia, entonces en cada ciudad se dirigía expresamente a los campesinos, a los mineros, a los intelectuales, a los empresarios y en Tarija tuvo el detalle de dirigirse especialmente a los niños. Algo muy simpático y muy bonito y por eso se trata de recordar las palabras del Papa especialmente”, dice.
Sin embargo, la visita del Papa fue también muy especial para los tarijeños debido a que una imagen de la virgen de Chaguaya fue bendecida por el ahora santo Juan Pablo II. En esa ocasión un joven de 18 años, Luis Alberto Morales, pudo acercarse al sumo pontífice con una imagen de la virgen y hacerla bendecir.
Se trata de la única imagen en Bolivia bendecida por el Papa Juan Pablo II pero que además fue bendecida en otra ocasión en Santa Cruz por el Papa Francisco, en su reciente visita a Bolivia.

El mensaje del
Papa a los niños
Quiero ahora dirigirme a los niños de Tarija y de toda Bolivia, llamándolos como cariñosamente se les llama en estas tierras: “changuitos”. A los niños que desde muy corta edad deben ayudar a sus padres, como pastores en la puna y en los valles, como peones en los establecimientos agrícolas del Oriente, o cumpliendo duras tareas en las ciudades, y a los que no tienen necesidad de hacerlo. A los enfermos y a los sanos.
Queridos “changuitos”: El Señor quiso hacerse niño como vosotros, y crecía “en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y ante los hombres” (Lc 2, 52). Quiso que su venida fuese anunciada en primer lugar a unos pastores que estaban cuidando sus rebaños de noche (cf. Ibíd., 2, 8-20), y ser conocido como el carpintero (cf. Mc 6, 3) o “el hijo del carpintero” (Mt 13, 55). Recorrió, caminando, las largas distancias de Palestina (cf. Jn 4, 6) y, muchas veces, “no tenía ni siquiera dónde reclinar su cabeza” (Mt 8, 20).
Jesús espera que vosotros crezcáis como El. “En sabiduría”, no abandonando la escuela, estudiando y cumpliendo los deberes escolares. El Papa sabe que os cuesta sacrificio, porque muchas veces debéis hacerlo bajo la lluvia o la nieve, cubriendo grandes distancias a pie por páramos helados y afrontando el cansancio de jornadas de trabajo. Proseguid en este esfuerzo y no os desaniméis, sabiendo que el Señor os mira con alegría.
Aprended bien el catecismo. Así conoceréis cada vez mejor al Niño Jesús, que ha de ser vuestro mejor amigo, y amaréis a Dios sobre todas las cosas.

La llegada del Papa
“El Papa polaco ahora es chapaco”, fue el estribillo que acompañó a Juan Pablo II en su visita a Tarija donde 300 mil personas lo recibieron en el aeropuerto. De hecho, se considera que nunca hubo un recibimiento tan jubiloso y lleno de amor, ternura y comprensión y sobre todo de hermandad entre los tarijeños.
El papa Juan Pablo II llegó a la capital tarijeña en un peregrinaje que realizaba por los países de Sudamérica. También conocido como el Papa viajero, permaneció en Bolivia entre el 9 y el 14 de mayo de 1988, y visitó los departamentos de La Paz, Oruro, Cochabamba, Chuquisaca, Tarija, Santa Cruz y Beni.
Otro de sus mensajes que caló hondo en esa ocasión fue el siguiente: “Deseo entrar en todos los hogares, al menos con el saludo o la bendición… Mi deseo es sentirme y que me sientan cercano todos los bolivianos, particularmente los más débiles y necesitados, para que el mensaje del Maestro prenda en sus corazones y les dé luz y fuerza en sus afanes, sufrimientos y anhelos”.



El joven que hizo
bendecir a la virgen

Luis Alberto Morales López (LAM) es quizá una de las personas que vive y siente con más intensidad esta fecha en Tarija, pues es quien se acercó al Papa y pudo lograr su objetivo de hacer bendecir la imagen de la virgen de Chaguaya. Hoy al recordarse los 28 años de la visita del Sumo Pontífice a Tarija, El País eN (Epen) habló con él y esta es su apreciación sobre este día.

Epen.- ¿Por qué hace bendecir la imagen de la virgen?
LAM.- Yo era joven, tenía 18 años y mi misión era subir a la virgen y hacerla bendecir con el Sumo Pontífice, pero la que movió mi fe para eso fue la Virgen de Chaguaya, porque esta virgencita la hizo hacer mi madre (Isabel López de Morales). A la virgen la teníamos en casa y no teníamos esas intenciones.
Entonces, cuando llegó el avión yo sentí esa necesidad, sentí un llamado y me volví a casa a recoger a la virgencita y la llevé. Realmente las autoridades de aquí me hicieron pasar porque sabían que era un hombre religioso, pero más me conocía el monseñor Abel Costas y él me dijo “hasta aquí nomás llegaste hijo, porque más allá es difícil, no estás en protocolo”, pero yo le dije que tenía fe para hacerla bendecir y me hizo pasar.
Cuando logré subir fue un milagro, la Guardia Suiza me vio y ya me iban a sacar, porque antes habían atentado contra el Papa, pero ese momento lo vi a él y se conmovió al ver un joven con una imagen, valoró eso y me hizo pasar. Me acerqué y le pedí que bendiga a la Virgen.

Epen.- ¿Qué sintió ese momento?
LAM.- Yo hubiese querido decirle un montón de cosas ese momento, pero me emocioné y me hinqué, me arrodille donde él y sentí la emoción más grande de mi vida al haber sido tocado por el papa, hoy santo y que bendijo a la virgencita.

Epen.- ¿Qué dijo su madre, porque ella no sabía lo que usted estaba haciendo, verdad?
LAM.- Mi madre no sabía nada, la gente le dijo, mire su hijo está subiendo con la imagen. Entonces después que pasó todo, mi madre me dijo. “La emoción más grande que tuve en mi vida es haber visto subir a mi hijo y que haya hecho bendecir a la virgen de Chaguaya”.

Epen.- ¿Era la única imagen?
LAM.- Era la única imagen. Ahora es la única imagen en Bolivia bendecida por un Papa. Dos papas en realidad, primero el Papa Juan Pablo (hoy canonizado) y después fui a Santa Cruz a hacerla bendecir con el Papa Francisco.

Epen.- Mañana (por hoy) se recuerdan 28 años, ¿Por qué hay que hay que recordar otro año este evento?
LAM.- El papa con su llegada cambió muchas vidas, por ejemplo la mía. Yo me volví un laico comprometido, me fui de misionero al campo, pero dejó una huella importante en Tarija con su mensaje de que todos seamos sembradores de paz y esperanza.
El mensaje que dejó Juan Pablo II es que conservemos valores morales importantes, pero de un tiempo atrás, Tarija se ha vuelto una ciudad con riquezas, pero los valores humanos están por el suelo. La mayor aspiración hoy de un joven es tener plata y se han olvidado el mensaje de Juan Pablo, que seamos sembradores de Justicia. Yo veo una desigualdad total.



DETALLES DE LA VISITA Y LO QUE DEJÓ EL PAPA

Medalla de oro

Según adelantó Luis Alberto Morales, en la misa que se celebrará hoy se tiene previsto que el alcalde, Rodrigo Paz, coloque a la Virgen de Chaguaya bendecida por el Papa la medalla de oro que dejó en esa ocasión el Sumo Pontífice. Morales explica que hasta ahora no se le había puesto este presente a la virgen debido a que era el deseo de su madre (fallecida recientemente), quien esperaba una capilla para la virgen.

Rosario del Vaticano

Al igual que con la medalla, se planificó también que en este encuentro religioso el obispo de Tarija Javier del Río coloque a la imagen de la virgen un rosario que fue enviado desde el Vaticano a Luis A. Morales para este cometido. Morales confiesa que no es el único Rosario que enviaron y dice que el otro que llegó a sus manos lo puso junto a su madre en su tumba al momento de su muerte.

Cariño del Papa

El Obispo recuerda que el Papa en su visita aprendió dos palabras de esta tierra. “Aprendió a decir Chapaco, cuando decían el Papa polaco quiere ser chapaco, le dijeron que a los de esta tierra se les llama chapacos. Pero también aprendió la palabra de los niños, de los changuitos, cuando le dijeron que a los niños se les dice así. Él quiso decir estas dos palabras como un detalle de cariño, de simpatía hacia la gente acá”.