En su pequeña habitación hay libros y papeles allá donde se mire. También hay periódicos. En ellos halla la inspiración para escribir sus columnas de opinión. La escritura ocupa la mayor parte de su tiempo. Actualmente prepara, entre otras cosas, más volúmenes de sus obras selectas y un anecdotario. Aun así y en comparación a lo que hacía antes, ahora trabaja “a media marcha”. El sacerdote jesuita Xavier Albó, condecorado hace poco con el Cóndor de los Andes, recibió a OPINIÓN en el colegio San Calixto de La Paz, donde vive. A sus 81 años, se siente extranjero cuando visita alguna vez su natal Cataluña, España. Es un boliviano más.
Su andar es lento, pero sus argumentos en torno a la coyuntura actual del país son ágiles, sólidos y están en movimiento constante. En la entrevista, el también antropólogo y lingüista habló de la continuidad del presidente Evo Morales en el poder, de su posible sucesor, y de los logros y desaciertos del Mandatario. También se refiere a su concepción del Vivir Bien y la aplicación de la misma, a la situación de los indígenas, a la relación entre la Iglesia y el Gobierno, y al mensaje que dejó el referéndum constitucional.
¿Hace cuánto no va a España?
No es tanto, deben ser unos seis años… Vine el año 52 (a Bolivia) y desde entonces me considero boliviano, no me considero catalán.
¿Qué le hizo quedarse?
Cuando llegué, ya desde el principio, la cuestión era tener un destino de por vida. Vine sabiendo, pensando que si me iba bien, me quedaría de por vida. Y me ha ido muy bien. Cuando alguna vez voy a Cataluña, me siento extranjero en mi propia tierra. Aquí, en cambio, siento que estoy en mi propia salsa.
¿Cómo ve el país?
Desafiante. El rato menos esperado, sale algo nuevo. Me ha pasado varias veces que cuando estaba fuera por corto tiempo, pasaba una cosa que nunca me hubiera imaginado. Siempre salen cosas nuevas como el referéndum que tuvimos hace poco (aquel en el que se rechazó la repostulación de Morales).
Usted ha vivido de cerca la recuperación de la democracia en Bolivia, ¿cómo ve ahora la democracia?
Como en tantas partes, a medias.
¿Qué le hace falta?
A mí me gustaba más el anterior Evo, cuando andaba sin uniforme, cuando andaba con una chompa de rayas. Ese me parece más genuino que el actual. El actual está demasiado marcado por el hecho de que está en el poder y al estar en el poder, ya no tiene ganas de abandonarlo y Álvaro (García Linera, el vicepresidente) menos.
Hasta el momento mismo del referéndum, yo estaba indeciso entre votar por el Sí o el No. Lo que más me llevaba a votar por el Sí, a nivel subjetivo, era que teníamos el conflicto con Chile y me parecía que cambiar de batuta en una circunstancia así podría afectar. Pero a favor del No, que es la opción que ganó, estaba el hecho de que el partido mismo no tiene que pensar que está solamente en manos de dos personas y que por tanto tiene que hacer todo lo posible para buscar sucesores. Esto mismo lo dije cuando me dieron el Cóndor (de los Andes) e incluso dije el nombre del posible sucesor (el canciller David Choquehuanca). Lo dije solo porque estaba allá y porque sabía bien que Evo no está tan en contra de eso. No quería decir que tuviera que ser él, sino que Evo, Álvaro y el partido tienen que tomar más en serio la posibilidad de un sucesor, no apuntar a que se hará la segunda parte del juego. Si (Morales) ganara y se viera que no se ha preparado a nadie, se vería que hubo un intento directo de perpetuarse en el poder.
¿Qué riesgos trae eso?
Que uno se quede (en el poder), no para hacer cosas, sino porque el poder siempre atrae. He tenido un grupo de misa en el que había una mujer muy masista que siempre pedía que el hermano Evo y el hermano Álvaro no se engolosinen por el poder. Creo que esto es verdad. Una vez que se llega al poder, uno se engolosina. El poder da tantas maravillas que se olvidan porqué llegaron al poder sino y piensan sobre todo en perpetuarse. Al hacer eso, hay mucho peligro de que uno deje los ideales que tenía.
¿Al Presidente le está pasando eso?
Se están dando señales, pero todavía estamos en la punta de la ola. Todavía se puede revertir. Un modelo muy bueno de lo que habría que hacer es el de Uruguay. Pepe Mujica lo hizo muy bien, pero ya era viejito y pensó que era mejor dar paso a otro. No digo que necesariamente tiene que ser así porque he visto a algunos que han estado bastante tiempo (en el poder) y lo han seguido haciendo bien. Pero el peligro es mucho mayor cuando hay indicios de que uno se quiere perpetuar en el poder.
¿Cuál fue el mensaje principal que dejó el referéndum?
Como población, (aprendimos) que Evo no es intocable… Una de las lecciones para el Gobierno es que si no toma más en cuenta las cosas que ocurren en la parte urbana, se va al tacho.
¿Qué nuevos liderazgos vislumbra en el oficialismo y en la oposición?
El propio Félix Patzi se presenta en varias partes como sucesor de Evo. Pero pienso que si lo hiciera siendo del (partido de Luis) Revilla, no llegaría nunca al poder, pero no descarto que surja un acercamiento entre él y el MAS. También se podría pensar en mujeres. Personalmente pienso que sería pertinente que siga siendo algún indígena como Evo, que ha tenido muchas revoluciones siendo indígena y que está marcado por el hecho de serlo… A Álvaro no lo veo como sucesor porque me parece que está allá (en el Gobierno) gracias a que está muy arrimado a Evo, pero sospecho que dentro del MAS habría una oposición muy fuerte a que fuera Álvaro (el sucesor). A (Juan Ramón) Quintana todo el mundo se (le) opondría bastante. Tiene que ser alguien que puede aglutinar y David Choquehuanca tiene bastante de aglutinador. Si abrimos un poco el tema en estos años a pensar en preparar desde ahora al sucesor, sería más cercano a lo que se espera de un partido.
Apuntes
Biografía
El sacerdote jesuita Xavier Albó es doctor en Lingüística y Antropología por la Universidad de Cornell, Nueva York (1966-70) y también doctor en Filosofía por la Universidad Católica del Ecuador (1955-58).
Licenciado en Teología de la Facultad Borja, Barcelona, y de la Loyola University, Chicago.
Realizó estudios en Humanidades en Cochabamba (1952) y luego en la Universidad Católica del Ecuador, Quito (1953).
Albó cuenta con una amplia producción académica, reflejada en investigaciones, estudios y libros.
“Lo que dice la Iglesia es verdad, pero lo que no dice, también”
¿Cómo evalúa al Presidente y a su entorno?
(Evo) ha aprendido muchas cosas. A favor de él hay que decir también que, por ejemplo, los quechuas y aimaras no se avergüenzan de serlo… También es positivo lo mucho que ha logrado en el campo y por eso ha ganado con pocas excepciones el Sí en las áreas rurales… En muchos más lugares hay infraestructura, electricidad, obras de riego… Quizás lo más negativo es que se quieran perpetuar en el poder, algunos al menos. Es negativo también no haber diversificado mucho la economía. Ahora estamos en (tiempo de) “vacas flacas”. Si se hubiera pensado en diversificar cuando estábamos en (época de) “vacas gordas”, no estaríamos tan fregados. Es positivo que se logró acumular bastante y entonces no sentimos (los impactos)… Dependemos demasiado del gas… Tendríamos que haber trabajado más en ampliar nuestra base productiva para tener más posibilidades de energías alternativas y no depender del gas para muchas cosas ni de las represas, sino tener energía eólica o solar.
¿Cómo entiende el Vivir Bien?
Para mí los elementos más importantes del Vivir Bien son cuatro. El primero es estar en paz con uno mismo, no tener conflictos internos… El segundo es abrirse a los que son otros distintos…lo pluri es mejor que lo mono, pero para que lo pluri sea mejor, tiene que ser también inter, aprender de unos y otros. Y, en el caso partidario, el MAS no ha aprendido todavía eso… Abrirse a los distintos tiene que ser en todos los campos y de igual a igual… El tercer elemento es vivir bien con la naturaleza que, a fin de cuentas, es parte también de toda la vida… No se puede vivir bien si no respetamos al planeta.
¿Estamos aplicando adecuadamente estos principios?
No, mejor de cara a lo que decimos afuera que dentro del país… Es más fácil decirlo en la teoría que aplicarlo en la práctica en el propio país. Me parece que en eso nos aplazamos un poco… Es importante lograr que el MAS se abra más a los distintos, es una de las tareas pendientes, no verlos por ser distintos automáticamente como enemigos, que también los hay. Cuando un Doria Medina o cualquiera de esos dice que hará tal cosa, no me fío, porque si nunca lo han hecho, ¿cómo lo harán después?
¿Cuál es la situación de los indígenas?
En dos cosas están mucho mejor que nunca, en la autoconsciencia y los servicios básicos en el campo. Y eso es irreversible. Pero creo que en lo político se sienten medio traicionados por el MAS… He escuchado a dirigentes que conozco bastante que ya no se sienten muy del MAS porque se sienten excluidos cuando piensan un poco distinto.
¿A qué atribuye la cercanía del Presidente con el papa Francisco?
Creo que tiene algo de visceral. Evo siempre ha sido muy cercano a Lucho Espinal y el Papa también… Y el papa Francisco ha tenido también sus propias evoluciones. Es uno de los pocos que a medida que se hace viejo, va mejorando. Cuando era joven, era medio áspero y duro con todo lo de los partidos políticos por ejemplo. Ahora se lo ve mucho más abierto a eso. Evo tuvo un acercamiento muy temprano al Papa. En el primer viaje que el Papa hizo a Río, Evo hizo un viaje especial allí para poder verlo. Hace un mes estuvo en el Vaticano porque el Papa también presiona para que los movimientos populares crezcan y lo invitó por ser Presidente y ser de un movimiento popular. Está dentro de los que están preparando el tercer encuentro mundial de movimientos populares de la Iglesia. Tienen ese rasgo en común, pero no tienen en común otro… el Papa ha hecho un Jubileo de la misericordia, que es la capacidad de perdonar al que se ha equivocado. El Papa tiene muy metido eso…y, en el caso de las personas con discapacidad, Evo estaría en los antípodas (lugar diametralmente opuesto) del Papa. En ese tema, Evo tendría que aprender un poco.
Y a nivel nacional, ¿cómo ve la relación siempre tensa entre Gobierno e Iglesia?
Comparada con la que había en tiempos de Bolívar, la tensión es muy poca porque Bolívar se apoderó de un montón de conventos… Las tensiones de ahora, comparadas con las que hubo en otros momentos, son mucho menores… Lo que dicen los obispos (en la carta pastoral sobre narcotráfico) es verdad. Pero lo que no dicen también es verdad. Le dedican solo un número al valor cultural de la hoja de coca y su uso medicinal. Y eso es donde más ha trabajado Evo. Ha conseguido por ejemplo que Naciones Unidas reconozcan el acullico y que la coca es distinta de la cocaína. (Los obispos) trabajaron poco eso… En eso tiene cierta razón el Gobierno, no porque lo que dicen sea falso, sino porque no ponen el complemento. La carta pastoral no es tan mala como dicen, pero no toca un tema que es muy sensible como la hoja de coca y entonces da la impresión de que es poca cosa… Les faltó por lo menos diplomacia.
¿Qué diría Luis Espinal de una coyuntura como la actual?
Estaría muy contento de ver los avances que se han hecho, pero estaría en contra de que (el Gobierno) se quiera perpetuar y de las cosas no muy democráticas que ha hecho… Yo muchas veces, cuando tengo que hacer un comentario, me pregunto qué diría Espinal. A él le tocó vivir tiempos en los que por lo polarizados que estaban, era mucho más fácil tomar posición: dictadura o democracia.
En el contexto de América Latina, muchos países con ideas reformistas están pasando a otra etapa…
A una etapa peligrosa. Es lamentable y me temo que tendremos un receso de varios años y en varias partes. Eso también lo tendría que pensar Evo. “Cuando veas las barbas del vecino cortar, pon las tuyas a remojar”, dicen.
Finalmente, ¿qué opina de la prensa actual?
Faltan liderazgos dentro de los medios de comunicación. La prensa tiene que ser libre, no arrimarse a un partido o a otro. Tiene que mantener la capacidad de informar.
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