La Asociación de Iglesias Evangélicas cuestionó ayer que la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) haya aprobado silenciosa y rápidamente la Ley 807 de Identidad de Género, sin tomar en cuenta las observaciones que se habían realizado desde distintas instituciones. Por lo tanto, la rechazan y piden su anulación porque tiene “connotaciones negativas y peligrosas” para la sociedad civil.
La anterior semana, la Iglesia Católica también se manifestó en contra de la cuestionada ley.
Por su parte, la representante del colectivo Trans, Lesbianas, Gays y Bisexuales (TLGB), Raiza Torriani, señaló que denunciaría ante la Justicia a las iglesias católica y evangélica, por promover la discriminación y violencia hacia este sector de la sociedad.
“Lamentablemente esto tiene que ser sancionado, tiene que ser castigado por la Ley 045, vamos a presentar una demanda pública porque no puede permitirse que las iglesias o personas insten a la violencia”, dijo.
Por su parte, el vicepresidente de la Asociación de Iglesias Evangélicas, Eloy Luján, señaló que desde que se conoció del proyecto de ley de identidad de género se hizo conocer a la ALP “la peligrosidad de aquello y en ese sentido hemos dado fundamentación desde un punto de vista jurídico, científico, social, psicológico y otras, pero no hemos sido escuchados.
Lamentablemente, esta ley ha sido promulgada de la manera más rápida”.
Las iglesias evangélicas salieron ayer en marcha en la ciudad de Santa Cruz y en el caso de Cochabamba se anunció una movilización similar para el lunes 30 de mayo. Contrariamente, las personas transexuales y transgénero celebrarán la aprobación de la Identidad de Género este sábado en la plaza de Las Banderas.
Torriani explicó que una persona que decida hacer el cambio de identidad no podrá rectificarse porque la ley así lo determina. “Esta ley lo dice muy claro que es irreversible, por eso se pide el informe de una psicóloga para que pueda certificar que la persona asumió esta responsabilidad y si te arrepentiste no vas a poder dar un paso atrás”, dijo.
La Ley de Identidad de Género establece tres meses para que el Servicio de Registro Cívico (Sereci) y todas las instituciones que tiene relación con los datos de las personas adecuen sus normas internas. Las personas podrán cambiar su nombre y sexo en sus documentos en un trámite que dura 30 días.
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