Oruro Católicos celebraron presencia de Cristo sacramentado en sus vidas

Jóvenes de la catequesis de la Catedral llevan en andas la custodia
"En la fiesta de Corpus Christi se celebra que Dios nos ofrece su cuerpo y el cáliz de su sangre y de esta manera hace que nos consagremos en la eucaristía que es la acción de gracias y el banquete del Señor", dijo Monseñor Cristóbal Bialasik en la eucaristía de Corpus Christi realizada ayer por la tarde en la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción La Catedral de Oruro, de la que participó activamente la comunidad católica orureña

De esta manera Monseñor Cristóbal Bialasik dijo que la cena del Señor, es una acción de paz, tal como él hizo en la noche que compartió con sus discípulos antes de ser entregado, donde institucionalizó la eucaristía manifestando "este pan es mi cuerpo y este vino es mi sangre", antes de dar su vida por salvar a la humanidad, para estar en forma perpetua por los siglos en medio de la humanidad.

Dijo que esto enseña que la eucaristía da la fuerza y es la cumbre de la vida cristiana, porque Dios entregó a su hijo sin condiciones y límites, gratuitamente por ser un don gratuito, cúspide de la espiritualidad como dice el Concilio Vaticano Segundo.

Refirió que no se puede dejar de lado la eucaristía porque se recibe a Cristo en cada corazón y San Pablo en la carta de Corintios recuerda que cada celebración eucarística es una alabanza a Dios altísimo, es una proclamación de la pasión de la muerte y resurrección del Señor y lleva a la unidad y libertad de la conciencia para profesar la fe.

Monseñor Bialasik dijo que el Señor se ofrece por todo el pueblo orureño, por el país y el mundo entero, por ese motivo la participación del pueblo en esta fiesta es importante.

"Hoy quiero agradecer a Dios por cada ministro de la eucaristía especialmente por los sacerdotes que no pudieron estar con nosotros porque en distintas parroquias se celebra la sagrada eucaristía y bendiciendo a nuestras comunidades, pueblos, centros mineros y nuestra ciudad", manifestó.

En la celebración los católicos colmaron el templo siendo parte de la celebración eucarística junto a sacerdotes que también participaron en la liturgia que fue amenizada por el Coro Polifónico Universitario y la Orquesta Filarmónica de Oruro dirigida por Vito Chambi.

Tras la celebración se salió en procesión por arterias del centro de la ciudad y se armó siete altares donde el Obispo colocaba la custodia donde se encuentra la hostia sacramentada, la cual fue llevada en andas por jóvenes de la catequesis de la Catedral.

Los altares fueron preparados por los movimientos de los neocatecúmenos, por la Renovación Carismática, las Obras Misionales Pontificias, la Legión de María, la Nueva Evangelización, la Pastoral Familiar y el Movimiento de los Cursillos de Cristiandad y en la vicaría acompañaron alumnos de los colegio San Ignacio y Jesús de Nazaret.