Paolo Gabriele, el mayordomo de Benedicto XVI, detenido desde hace 12 días por la filtración de documentos reservados del Vaticano, prestó declaración ante un juez que podría condenarlo a seis años de prisión.
Sin embargo, la prensa italiana especula con la posibilidad de que el mayordomo, tras ser desenmascarado hace meses, hubiera aceptado un trato para ejercer de agente doble y así deshacer una compleja trama de conspiración contra los intereses del Vaticano.
“Así, durante un tiempo, el ayuda de cámara de Benedicto XVI habría seguido pasando papeles a los otros implicados en la trama llamada por la prensa “ Vatileaks”, para que la Santa Sede pudiera identificarlos y reunir pruebas contra ellos. Gabriele habría actuado como un agente doble”, escribe la periodista Irene Hernández Velasco, del diario español El Mundo.
La complicada trama
La hipótesis la lanzó ayer el periódico italiano Il Corriere della Sera. Pero hay muchos motivos por los que tiene visos de poder ser verdad. Para empezar, explicaría el porqué Gabriele guardaba en su casa cientos de papeles reservados listos para ser entregados, con el enorme riesgo que eso implicaba.
Sobre todo dado que la violación de correspondencia privada es un delito muy grave que puede ser castigado con fuertes penas de cárcel.
Gabriele habría aceptado hacer de cebo con el resto de implicados en la red de fuga de documentos a cambio de no acabar encerrado en prisión. De hecho, hace ya días que se habla de la posibilidad de que, al concluir el proceso canónico al que será sometido, el Papa podría decidir indultarle sin problemas.
El propio Angelo Becciu, sustituto del secretario de Estado vaticano, dejaba caer hace unos días esa posibilidad en una entrevista al Obsservatore Romano, aunque aseguraba que Benedicto XVI está “profundamente dolido” por las filtraciones.
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