A nivel mundial, la Iglesia Católica celebra hoy Corpus Christi, la fiesta del cuerpo y la sangre de Cristo, que significa la presencia de Cristo en la Eucaristía que fue instituido el Jueves Santo en la Última Cena, donde Jesús convirtió el pan y el vino en su cuerpo y sangre.
Corpus Christi se realiza 60 días después del Domingo de Pascua. Su principal finalidad es proclamar y aumentar la fe de la Iglesia Católica en Jesucristo presente en el Santísimo Sacramento.
Para la celebración de este día, la Iglesia Católica tiene tradicionalmente varias actividades pero una de las más importantes es la procesión en donde la hostia (representación del cuerpo de Cristo) es la principal protagonista que es exhibida en una custodia.
“Tu cuerpo es un templo y por lo tanto cuídalo”, dice un texto de la Biblia de ahí que esta celebración se caracteriza por el sosiego, así como el consumo de alimentos sanos y nutritivos como: frutas, verduras, legumbres, además de un surtido de golosinas caseras como los rosquetes.
Eucaristía
La comunión es el rito cristiano del memorial de la Última Cena, descrita en el Nuevo Testamento, donde Jesús ofreció pan y vino a sus apóstoles diciendo: "Este es mi cuerpo que será entregado por vosotros para el perdón de los pecados. Tomad y bebed todos de él porque esta es mi sangre, sangre de la alianza nueva y eterna que será derramada por vosotros y por todos los hombres para el perdón de los pecados. Haced esto en conmemoración mía".
Origen de la festividad
Corpus Christi se remonta al siglo XIII. Dos eventos contribuyeron a la institución de la fiesta: las visiones de Santa Juliana de Mont Cornillon y el milagro Eucarístico de Bolsena, Orvieto.
Visiones de Santa Juliana
Se cuenta que en Lieja, Bélgica, la religiosa cisterciense Juliana de Cornillón tuvo una visión que interpretó como la necesidad de instituir una celebración a la presencia de Jesús en la Eucaristía.
Una noche, la luna llena brillaba como plata, pero con una mancha negra; interpretó que la luna representaba a la Iglesia militante en la tierra, que recibe la luz del Sol: Cristo Jesús; la mancha la interpretó como la carencia de una celebración litúrgica para la Eucaristía. Juliana presentó petición a las autoridades eclesiásticas, hasta que el Obispo de Lieja Roberto de Theorette en 1246 celebró el primer Corpus.
Más adelante, el Papa Urbano IV instituyó la celebración del Corpus Christi para la Iglesia Católica, fijándola el Jueves después de la fiesta de la Santísima Trinidad.
Milagro de Bolsena
En 1264, el Padre Pedro de Praga, Bohemia, dudaba sobre el misterio de la transustanciación del Cuerpo y de la Sangre de Cristo en la Eucaristía. Acudió en peregrinación a Roma para pedir sobre la tumba de San Pedro la gracia de una fe fuerte. De regreso Dios se le manifestó de manera milagrosa pues celebrada la Santa Misa en Bolsena, la Sagrada Hostia sangró llenando el Corporal de la Preciosa Sangre. La noticia del prodigio llegó al Papa Urbano IV, quien hizo traer el corporal e instituyó la Solemnidad de Corpus Christi.
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