Corpus Christi genera su propio movimiento económico en Bolivia

El mundo católico vive Corpus Christi. En esta celebración los bolivianos de cada región adoptan ritos propios, entre ellos el consumo de frutas, maní y masitas de todo tipo. Esta es una oportunidad para comerciantes que durante la fiesta ofrecen una variedad de productos que no suelen ser de consumo cotidiano.

En Bolivia, como en otros lugares del mundo, es un día especial de descanso. En este contexto propicio para compartir con la familia se realizan ritos religiosos acompañadas de costumbres gastronómicas y actividades como los paseos a lugares turísticos o centros de diversión familiar.

Son las actividades gastronómicas los que mayor importancia tienen en las costumbres bolivianas. En Potosí, por ejemplo, esta fecha está dedicada a la preparación, venta y consumo de chambergos, sopaipillas, tawa tawas, queques y galletas de todo tipo y precio.

En otras regiones también son consumidos los famosos confites de colores que varían de precio de acuerdo a su calidad. Los confites rellenos de nueces o castañas cuestan alrededor de 15 bolivianos la libra. Mientras el precio de los confites simples oscila entre los 10 y 13 bolivianos.

En La Paz la situación no es muy diferente, sin embargo son las frutas de temporada las que hacen las delicias de la gente. Este año, puede verse un incremento en el precio, el mismo respondería a las heladas según las vendedoras. Por ejemplo una libra de uvas cuesta alrededor de 10 bolivianos. 25 naranjas y 25 mandarinas cuestan entre 8 y 15 bolivianos, dependiendo de los lugares de abasto en los que estos sean comprados.

Otro producto infaltable en los gustos gastronómicos de la población es el maní. Al igual que las frutas su precio varía de acuerdo al lugar en el que sea adquirido. Sin embargo el precio general es de 8 a 10 bolivianos la libra. Finalmente la chirimoya puede costar entre 3, 5 y 10 libras..