Los científicos del Centro Europeo Investigación Nuclear (CERN) que buscan el bosón de Higgs afirmaron hoy que es "demasiado pronto para sacar conclusiones" sobre la existencia o no de la llamada "partícula de Dios".
"Es demasiado pronto para sacar conclusiones. Se necesitan más datos y estudios, pero creo que los meses venideros serán apasionantes", dijo la portavoz de ATLAS, Fabiola Gianotti, en un seminario científico en la sede del CERN, en Ginebra.
Gianotti añadió que el experimento para encontrar la partícula que ayudaría a explicar el origen de la masa "está en una etapa muy avanzada", pero insistió en que hay que seguir trabajando.
La presentación de los resultados de ATLAS y de CMS, los dos detectores (de un total de cuatro) del Gran Acelerador de Hadrones (LHC) que buscan en paralelo la partícula de Higgs, despertó una gran expectación en la comunidad científica y en los medios de prensa, que abarrotaron las instalaciones del CERN.
El portavoz de CMS, Guido Tonelli, agregó que lo presentado hoy son "resultados preliminares, no finales", pero aseguró que lo constatado hasta ahora es "un punto de partida importante".
No obstante, fuentes científicas del CERN consultadas por Efe fueron más allá de la cautela oficial y aseguraron que en el marco de los experimentos realizados en los últimos meses "se han visto indicios de la existencia de lo que podría ser la partícula".
"Podemos considerar que hay indicios, pero no podemos considerarlo un descubrimiento desde un punto de vista científico", explicaron las fuentes.
"Estadísticamente, no se cuenta todavía con suficientes evidencias. Se necesita todo un año de trabajo en 2012 y triplicar la cantidad de datos que se tienen hasta ahora para poder decir si existe o no, incluso si estamos buscando en el lugar adecuado o no", agregaron.
Probar empíricamente la existencia del bosón de Higgs, postulada en 1964 por el físico Peter Higgs, tendría un enorme impacto en la ciencia, ya que se trata de la única partícula elemental del modelo estándar que no ha sido observada hasta ahora.
Esa partícula explicaría las interacciones entre el resto de partículas y las fuerzas que actúan entre ellas, lo que a su vez permitiría comprender el origen de la masa.
Se cree que si todavía no se ha puesto de manifiesto es porque no hubo la energía necesaria para hacerla visible en experimentos físicos, algo que sí ha conseguido este año el LHC, que ha logrado acelerar haces de protones en sentidos opuestos a más del 99,9 por ciento de la velocidad de la luz antes de que colisionen.
En el acelerador -un anillo de 27 kilómetros de circunferencia y dotado de cuatro gigantescos detectores enterrados entre 50 y 150 metros debajo de la tierra- se generan unos 20 millones colisiones por segundo, pero de todos ellos una ínfima parte arroja datos que pasan el primer filtro de análisis.
Son los datos que pasan esa primera etapa los que son registrados en la memoria de miles de ordenadores, tanto del CERN como de la red de laboratorios y centros de investigación asociados en todo el mundo, para ser posteriormente analizados.
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