lunes, 12 de diciembre de 2011

En Navidad Iglesia pide a bolivianos recibir a Jesús alejados del consumismo

La Iglesia Católica pidió este domingo a los bolivianos a estar alegres y no tener miedo de recibir de recibir a Jesús en esta Navidad a pesar de los actuales problemas sociales como bloqueos y tomas de propiedades privadas, que continúan sin solución en distintas ciudades del país.

En reemplazo del cardenal Julio Terrazas, la tradicional homilía dominical, fue oficiada por Monseñor Estanislao Dowlasewicz, Obispo auxiliar de Santa Cruz, donde el prelado invitó a buscar a Jesús fuera de las luces y el consumismo de esta temporada.

En este tercer domingo de Adviento, subrayó que la liturgia hace un llamado a estar alegres. Dijo que esto es posible aún en medio de las dificultades de este mundo, cuando recordamos que nuestra alegría proviene del encuentro con Cristo, mucho más en este tiempo de espera.

Por eso, acotó, "Si estamos más cerca de la Palabra de Dios, más cerca de Cristo, nuestra alegría será más profunda y verdadera".

Manifestó que este Cristo que viene "también para cada uno de nosotros, quiere ser la Buena Nueva, quiere ser la liberación, la curación de todas las dolencias y debilidades y a cada uno quiere ofrecer su amor y ayudar para que produzcamos frutos de bien en nuestras vidas".

Recordó que la misión de Juan el Bautista se extiende también a los cristianos de hoy, ser la voz que anuncia y exhorta a preparar el camino del Señor.

Sin embargo, señaló que muchas veces se hace difícil escuchar esa voz en medio de "voces que dividen, que siembran odio, que promueven el dolor y de voces que más silenciosamente, piden paz, reconciliación, verdad, apoyo y solidaridad, entre esas voces están las voces de nuestros hermanos discapacitados que gritan ’ayúdennos` y los que pueden dar alegría a estas personas se hacen los sordos", indicó.

Al finalizar puntualizó: "a nosotros los cristianos la voz de Juan Bautista nos invita a que en medio del ruido de este mundo seamos la voz diferente, testimonio coherente y modelo de vida perseverante. Ahora nuestra tarea es no entorpecer ni dificultar la visibilidad de Dios. Nuestro testimonio consiste en que se vean en nosotros la luz de Jesús".

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