En el mes de noviembre la iglesia católica comienza con actividades recordando los sucesos más importantes del plan de salvación de Dios para el hombre y uno de ellos es el nacimiento de Jesucristo celebrado en la fiesta de Navidad ingresando en un tiempo de advenimiento, explicó el Vicario de la Diócesis de Oruro, padre Tomas Valencia.
La venida del Redentor es denominada como Adviento, más conocido como tiempo de preparación para celebrar la fiesta de la Navidad, igual que la Cuaresma respecto a la Pascua, más propiamente meditar en la venida del Señor.
El Adviento Histórico es la espera que vivieron los pueblos que ansiaban la venida del Salvador. El Adviento Místico es la preparación moral del hombre de hoy a la venida del Señor. Y el Adviento Escatológico es la preparación a la llegada definitiva del Redentor.
El tiempo de adviento inicia con las vísperas del domingo más cercano al 30 de noviembre y termina antes de las vísperas de la Navidad. Los domingos de este tiempo se llaman 1°, 2°, 3° y 4° de Adviento. Los días del 16 al 24 de diciembre (la Novena de Navidad) tienden a preparar más específicamente las fiestas de la Navidad.
El color de los ornamentos del altar y la vestidura del sacerdote es el morado, igual que en Cuaresma, que simboliza austeridad y penitencia. Son cuatro los temas que se presentan durante el Adviento.
El primer domingo, donde se realiza la vigilancia en espera de la venida del Señor. El segundo domingo, se inicia la conversión, nota predominante de la predicación de Juan Bautista. En cambio en el tercer domingo, se conoce del testimonio, que María Madre del Señor vive sirviendo y ayudando al prójimo. Y el cuarto domingo, se realiza el anuncio del nacimiento de Jesús a José y María.
En la espera las iglesias preparan una corona de Advenimiento con cuatro velas que representan el ruego para que el Dios-sol regrese con su luz y calor durante el invierno. Los cristianos luteranos, al ver en Jesucristo el origen de la vida y luz espiritual, adoptaron este símbolo para expresar y vivir su fe en torno a la persona del Mesías.
El círculo de follaje verde, recuerda la eternidad de Dios y el color verde significa la esperanza de la vida. Las cuatro velas que se colocan alrededor, significan la luz que disipan las tinieblas del pecado, son tres de color morado, que hablan del deseo de conversión y una rosa que habla de la alegría vivida con María, por la inminente llegada de Jesús.
La vela blanca del centro es la Luz de Jesús que con su nacimiento, viene a iluminar definitivamente la vida del hombre.
Según la tradición la familia unida hace una oración en torno a la corona, alusiva a las lecturas dominicales; se enciende una vela cada semana cantando oraciones a la espera del Salvador. La noche del 24 de diciembre con las cuatro velas encendidas, se enciende por último la vela de color blanco cantando villancicos y se acuesta la imagen del niño Jesús en el nacimiento.
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