La visita del papa Francisco a Bolivia generó fricción y preocupación en el aparato político chileno. El Gobierno de Santiago realiza gestiones diplomáticas para evitar que el pontífice aborde el tema marítimo en tierras bolivianas. La Cancillería del vecino país envió cartas al Vaticano y adjuntó información en la que se demuestra su posición en el diferendo bilateral. Mientras, en La Paz, el Movimiento Al Socialismo (MAS) señaló que el arribo del santo padre tiene fines “netamente pastorales”.
El canciller de Chile, Heraldo Muñoz, admitió ayer que su Gobierno acudió al papa Francisco para evitar que emita posición en el diferendo marítimo. “El santo padre tiene muy claro que es un asunto que no le compete al Vaticano (...) nosotros hemos tenido conductos para llegar con nuestra opinión al santo padre, él sabe muy bien nuestra opinión”, afirmó el diplomático.
Llega en julio
El papa Francisco oficializó su visita a Bolivia para julio de este año. Una comisión del Vaticano llegó a La Paz para evaluar las ciudades en las que posiblemente estará el líder católico. Se prevé una permanencia en Bolivia de tres días y realice giras en las ciudades de La Paz, Santa Cruz y Tarija.
El diputado chileno Jorge Tarud explicó que la estrategia diplomática de Chile se ejecutó la pasada gestión y que el papa tiene la posición chilena respecto al tema marítimo. “El santo padre conoce nuestra opinión, explicamos que este es un asunto bilateral, se ejecutaron conductos para llegar al Vaticano”, dijo.
El legislador acotó que el cuerpo diplomático chileno también aplicó la estrategia en cada legación. “Tenemos un plan bien trabajado que muestra cómo Evo Morales quiere modificar fronteras”, remató.
Por su parte, el presidente del Senado boliviano, José Gonzales, explicó que la visita del papa tiene “fines pastorales” y remarcó que no hubo gestiones para que se pronuncie sobre el tema marítimo.
“El asunto está en La Haya, y ojalá a través de este mecanismo se pueda encontrar la solución a este centenario conflicto”, aseguró Gonzales.
Sin embargo, el propio mandatario explicó a Francisco en el Vaticano la posición boliviana y le señaló que es un derecho para Bolivia volver al mar.
La visita del papa a Bolivia generó fricciones en Santiago. El opositor Marco Enríquez-Ominami tildó como un “traspié” de la Cancillería chilena la llegada de Francisco y criticó que Chile “entre temeroso” a espacios multilaterales donde Bolivia expone su posición.
Muñoz pidió a Enríquez-Ominami “no interpretar” la llegada del papa a Bolivia y le pidió alinearse
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