domingo, 16 de diciembre de 2012

El abeto del Vaticano

El Vaticano encendió ayer el abeto de 24 metros de alto y 3,5 metros de circunferencia colocado en la plaza de San Pedro, regalo de la región sureña italiana de Molise, que adornará el recinto durante la Navidad junto al Portal de Belén, que este año regala otra región italiana, Basilicata.

Al encendido asistieron el secretario general del Governatorato (gobierno que gestiona el Estado de la Ciudad del Vaticano), Giuseppe Sciacca, en nombre del Gobernador, el arzobispo Giovanni Bertello, y una delegación de la región Molise, encabezada por su presidente, Michele Iorio, y el alcalde de Pescopennataro, de cuyos bosques procede el abeto, Pompilio Sciulli.

CEREMONIA La iluminación del abeto blanco fue activada durante una ceremonia en la que actuó un coro de Pescopennataro y la banda de música de la Gendarmería Vaticana, que entonaron cantos típicos de Molise.

El abeto ha sido adornado con 1.800 bolas blancas y 2.500 bombillas amarillas y blancas, los colores de la Santa Sede.

Antes de la inauguración, Benedicto XVI recibió en audiencia a la delegación oficial de Molise, encabezada por Iorio y Sciulli y el obispo de Trivento, Domenico Scotti, ante quienes dijo que Dios se hizo hombre y vino entre los hombres "para disipar las tinieblas del error y del pecado, trayendo a la humanidad su luz divina”.

"Esta luz altísima, de la que el árbol navideño es signo y recuerdo, no sólo no ha perdido tensión con el paso de los siglos, sino que sigue resplandeciendo sobre nosotros e iluminando a todos los que vienen al mundo", afirmó el papa.

Benedicto XVI subrayó que Jesús dijo que era la luz del mundo y que quien le siga no camina en las tinieblas, sino que tendrá la luz de vida.

Además de este árbol, Pescopnennataro regaló otros abetos más pequeños que adornarán el Palacio Apostólico y otros varios lugares representativos del Vaticano.


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