Miles de cristianos confluyeron ayer en la Plaza del Pesebre de Belén (Palestina), donde está la Basílica de la Natividad en la que el patriarca latino de Jerusalén, Fuad Twal, ofició la Misa del Gallo.
Twal llegó a Belén desde Jerusalén, en un peregrinaje que realiza primero escoltado por la Policía israelí y después, tras cruzar al muro que separa ambos territorios, por la de la Autoridad Nacional Palestina. Miles llenaron la Plaza del Pesebre.
En esta localidad, como en muchas otras del mundo, se respiró un aire de celebración religiosa, mientras la gente ultimaba sus compras de último momento.
Además, hubo festejos públicos, como en la ciudad tailandesa de Ayutthaya donde un elefante vestido con atuendos de Papá Noel causó sensación
En Río de Janeiro se tiene previsto que hoy, además de los oficios y cenas en familia, haya un megashow gratuito del cantante estadounidense Stevie Wonder y el brasileño Gilberto Gil en la playa de Copacabana, donde se espera a un millón de personas.
Pero mientras el mundo celebra la Navidad, los residentes de un campo de refugiados en Haití padecieron hambre y privaciones. “No hay coronas ni árboles de Navidad”, señala Titelma Cherival, de 54 años.
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