Mary Luz Almendros, española que lleva 40 años en Bolivia, camina por los pasillos del hospital Hernández Vera y casi no puede creer que esa obra ubicada en la populosa Villa Primero de Mayo comenzó como un dispensario. Hoy es un hospital de segundo nivel que posee la segunda maternidad más grande de Santa Cruz y un servicio de neonatología completo.
Almendros es parte de la cuarta cruzada española enviada por el Instituto Secular Cruzada Evangélica (ISCE) a Bolivia. Según dice, eran tiempos en los que las sectas comenzaban a aparecer y la Iglesia católica consideraba necesario expandir su presencia en América Latina.
El primer grupo, compuesto por cinco misioneras, partió en 1960, y fue la primera misión fuera de España. Llegaron a Sucre por nexos con un sacerdote español que hacía su labor en Yotala, un pueblo pequeño y con muchas necesidades. En los registros figura que María Juliana aprovechó su conocimiento en manualidades y se abocó a la costura hasta abrir un taller de telares. Gabriela, que era enfermera, hizo lo propio en el campo de salud, abrió un hospital que estaba cerrado, mientras que Felipa se abocó al trabajo social y Josefina al rol de profesora, logrando que se habilite un kinder.
Hoy, las misioneras tienen varios programas y han llegado a otras regiones de Bolivia, pero Yotala sigue siendo el lugar de actividad intensa con la granja escuela denominada El Cortijo, que alberga a 200 campesinos y los capacita en el manejo del campo.
Durante una visita a Santa Cruz, el padre Hernández notó la falta de un centro de salud en la Villa Primero de Mayo. “Este barrio será importante para Santa Cruz. ¿Por qué no te vienes y abres aquí un puesto de salud?”, le propuso a Mary Luz Almendros en 1980 y así comenzó a crearse el hospital. Ahora también hay escuelas, comedores y guarderías que funcionan en Santa Cruz, con aportes del exterior.
Las vocaciones también despertaron y hoy son bolivianas las que llevan adelante varios programas. Es el caso de la médica Lourdes Caro, que conoció a las religiosas en Yotala porque estudió en el colegio impulsado por ellas. “Lo mío es casi congénito”, dice Caro para usar términos vinculados a su profesión. Dice que cursaba el tercer año de Medicina en Sucre, cuando un día vio pasar a una de las directoras del colegio. “La saludé y le dije que deseaba ingresar al instituto. Fue algo que se me ocurrió y que ni siquiera había comentado con mis padres”, recuerda. Caro lleva ya 22 años en la cruzada evangélica. Se especializó en España y hoy dirige el hospital Hernández Vera.
Hoy, son 40 las integrantes del instituto en Bolivia. Este fin de semana festejan en Sucre los 50 años de presencia en Bolivia con una misa en la parroquia Santa Rosa, de Yotala, y una eucaristía en la catedral metropolitana de Sucre.
Para saber
Instituto. El Instituto Secular Cruzada Evangélica fue fundado por el sacerdote Doroteo Hernández Vera, un español que quiso formar un instrumento de apostolado exclusivamente femenino. Se denominan cruzada porque hace referencia al sacrificio, y evangélica porque quieren ir a anunciar el evangelio.
Áreas. Ofrece trabajar en medio del mundo, entre la gente y en la propia profesión que cada una de las mujeres decida. Puede aplicarse en centros de enseñanza, talleres, fábricas, hospitales, etc.
Lema. Se definen como un grupo de seglares, consagradas a Cristo, con la idea de ser sal, luz y levadura evangélica. Con preferencia buscan trabajar con las clases populares.
Presencia. En Bolivia tienen centros asentados en Sucre, teléfono 646-0812; en La Paz, teléfono 239-5307; y en Santa Cruz, teléfono 332-4929. Viven en equipos fraternos, en familia o de forma individual, pero unidas por estrechos vínculos de familia espiritual.
Afuera. Además de la sede que está en España, país donde nació este instituto, existen misioneras haciendo su trabajo en Áfica y Perú. Dicen que les gustaría llegar a India, pero para expandirse buscan más vocaciones.
Superiores. La superiora es la general Feliciana Sánchez, que visita Bolivia para participar del acto de celebración por los 50 años.
Comitiva. Junto con la superiora vino un médico de Vision Mundi, una de las instituciones que respalda las obras del instituto. Además vinieron misioneras que antes estuvieron en Bolivia.
Vocaciones. El Instituto planea llegar a otros lugares donde haga falta su aporte, pero para ello buscan más vocaciones que les permitan pensar en nuevos destinos. Una de las ideas es, por ejemplo, llegar a la India, donde saben que también hay mucha necesidad.
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