En dos años como Papa, Jorge Mario Bergoglio revolucionó la Iglesia Católica desde arriba. Pronto, Bolivia recibirá al jesuita, filósofo, teólogo y químico que puso a América Latina en la vista del mundo.
Bergoglio nació en Buenos Aires, el 17 de diciembre de 1936. Hijo de un empleado ferroviario y una ama de casa, Jorge estudió en una escuela publica e inició su formación como técnico químico. Sus estudios le permitieron trabajar en laboratorios hasta los 21 años, edad en que su vocación profesional dio un giro.
Durante su juventud fue operado por una infección en el pulmón que culminó con la extirpación de parte de este órgano. "Quedó absolutamente curado y no tiene ningún vestigio de su enfermedad. Los que lo conocen desde hace 30 o 40 años dicen que siempre lo han visto con buena salud, así que esto no parece ser un impedimento para él”, declaró en 2013 el portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi.
Al cumplir sus 21 años, Bergoglio decidió ingresar al noviciado de la Compañía de Jesús. Su incursión como jesuita fue acompañada por su formación académica. Estudió humanidades en Chile, recibió el título de licenciatura en filosofía y teología en Buenos Aires.
A los 28 años, Bergoglio ya enseñaba literatura y filosofía en el colegio porteño Máximo San José, de los jesuitas. No fue hasta 1969, cuando tenía 33 años, que se ordenó como sacerdote.
Vocación de enseñar
Pobreza, castidad y obediencia, esos son los votos que realizan los sacerdotes. Como jesuita, Jorge Mario Bergoglio asumió con agrado la "carrera eclesiástica”.
El año 1971, el joven pasó su tercera probación, etapa de su confirmación como sacerdote. Finalmente, el año 1973 confirmó la "profesión perpetua” (compromiso del sacerdote para permanecer como parte de la Compañía de forma permanente).
Desde entonces su labor en la educación de la juventud fue parte primordial de su vida. Es así que se convirtió en maestro de novicios en la residencia Villa Barilari, en su Buenos Aires natal.
Años más tarde, Bergoglio llegaría a ser profesor en la Facultad de Teología y consultor de la Provincia de Buenos Aires. Asimismo, el actual Papa fue rector del colegio Máximo de San Miguel y de las facultades de Filosofía y Teología de la misma casa.
Denuncias y dictadura
Según un reportaje del periodista Horacio Verbitsky, el actual Papa fue acusado de haber apoyado a la dictadura militar en Argentina y de haber denunciado a dos sacerdotes de la Compañía de Jesús. Sin embargo, estas versiones nunca fueron comprobadas y posteriormente fueron desmentidas.
El 23 de mayo de 1976, los sacerdotes jesuitas Orlando YorioFrancisco Jalics fueron secuestrados por la dictadura militar argentina. Según el periódico español El País, las víctimas y testigos aseguraron que fue el actual Papa quien entregó a los religiosos.
Jalic, uno de los afectados, desmintió la versión del periodista y negó todo vínculo de Bergoglio con la dictadura. El padre Jorge Mario explicó más tarde, en el libro Mi puerta siempre está abierta, que él se había movilizado para conseguir la liberación de ambos sacerdotes tan pronto como supo de su secuestro por la dictadura. Esa fue la razón por la que tuvo reuniones con el dictador argentino Jorge Rafael Videla, explicó.
El Papa argentino
Luego de ser nombrado obispo titular de Auca y auxiliar de Buenos Aires por Juan Pablo II, el año 1992, su carrera lo acercó de a poco al máximo cargo eclesiástico. El año 1997 fue nombrado arzobispo coauditor de Buenos Aires y, en febrero de 1998, arzobispo de la capital argentina.
El 13 de marzo de 2013 el humo blanco de la Capilla Sixtina eligió a un latinoamericano como Sumo Pontífice. Ese día, con el nombre de Francisco I, Bergoglio dio su primer mensaje consagrado como el Papa número 266.
Desde el inicio, Francisco I no utilizó el anillo ni la Cruz de oro. Pidió que el anillo, con el que son selladas las bulas papales, sea más austero y hecho de plata y no dejó nunca su cruz metálica. El Papa no vive en un ostentoso hogar ni utiliza el atuendo tradicional.
Además de su estilo de vida austero, comparado al de sus predecesores, Francisco I impulsó nuevas medidas para luchar contra problemas que afectan a la Iglesia: puso en debate temas polémicos e impulsó la creación de un tribunal para sacerdotes contra la pederastia. Este espacio sancionará a los infractores y a toda autoridad eclesial que los encubra.
Hoy, Francisco I es conocido por su cercanía con la gente y su postura de respeto a otras creencias. El Papa aceptó la invitación oficial para visitar Bolivia y arribará al país el 8 de julio. Será el segundo Sumo Pontífice que llegue al país, después de Juan Pablo II.
Testimonios de jesuitas bolivianos que conocen a Francisco
Eduardo Pérez, director del grupo Fides
"Me impactó muchísimo”
"Bergoglio siempre fue un hombre muy inteligente en la charla conmigo, muy conservador, muy sereno, muy profundo. Cuando yo decía cosas que intuía que no le gustaban, él me miraba e insinuaba una leve sonrisa, pero no decía nada. Me impactó muchísimo por su inteligencia y muchas cosas más.
Él me dijo una frase que me impactó y la tengo súper gravada: ‘En la Argentina casi todos somos peronistas, pero hay muchos que no lo aceptan’. Además, esa expresión suya no fue provocada por una pregunta, sino que la dijo espontáneamente.
Yo le tengo mucho cariño, me gustó mucho lo de Cuba y Estados Unidos, me gustó lo reciente de Palestina, pero a mí me hubiera gustado, con toda franqueza, que le metiera más mano y más bisturí a la Curia, porque la Curia, prefiero no calificarla, pero no es precisamente un grupo de caballeros muy evangélicos.
Francisco llega a una Bolivia más inclusiva, más justa. Yo diría más generosa con el análisis de su entorno”. (ANF)
Arturo Moscoso, colegio Sagrado Corazón
"Francisco no es Bergoglio”
Cuando salió la noticia de que el Papa era Bergoglio, suscitó en nosotros una serie de dudas, sospechas. Él había dividido a los jesuitas en Argentina y en tiempos de dictadura había tomado decisiones no muy proféticas, un hombre con ese pasado creaba zozobra. Cuando uno escucha hablar al papa Francisco no es Bergoglio, es otra persona y desde su nombramiento como Santo Padre.
Una voz de esperanza, una figura de mucha ilusión, de mucha alegría, de cercanía y esto nos ha renovado y nos ha dado bofetadas a nosotros que nos dice ‘oye tú esperabas ver a Bergoglio, pero fíjate, Dios hace maravillas, Dios hace milagros y ahora es papa Francisco’.
Nos encuentra como yo creo que encuentra a la vida religiosa, menos protagonista, más sencilla, más pequeña en número. Ahora es una Compañía de Jesús más simple, más callada, con grandes deseos de recibirlo. No porque seamos jesuitas como él vamos a ser el ‘hoyo del queque’ de la visita, sino una figura más marginal, que es lo que nos corresponde”. (ANF)
Antonio Menacho, biblioteca Padre Murillo
"Él (Francisco I) es un líder”
"Yo lo he conocido tan de cerca, él ha estado cuatro veces en Cochabamba. Siempre hay como un mito de la figura del Papa, en este Papa yo veo un hombre como cualquier otro, he estado muy cerca a él y lo primero que me pasó por la cabeza (cuando lo nombraron) fue ‘¡Mi Dios nos ampare!, pobre hombre, la que le ha caído encima’. Quedé muy desconcertado y conmovido.
Él es un líder y lo ha sido toda la vida, que cuando se propone una meta no para hasta conseguirla.
Espero poder saludarlo a su llegada. Haré lo posible para hacerlo y que me concedan no digo el privilegio, sino algo que me parece normal para uno que ha sido su compañero, pero me parece que éste es un lujo que no lo voy a tener. Son cosas personales las que yo le preguntaría a él, no me metería en la doctrina de la Iglesia, sino en sus sentimientos personales como compañeros que hemos sido y que seguimos siendo porque él es parte de la Compañía de Jesús”. (ANF)
Víctor Codina, escritor e investigador
"Es un pastor como Juan XXIII”
"El papa Francisco ha vuelto otra vez al impulso del Concilio II, podemos decir es un pastor como Juan XXIII. No es teólogo como Joseph Ratzinger o como Wojtyla.
Ha vuelto al aire del Concilio y ha vuelto una cierta primavera eclesial en la Iglesia porque como el Concilio vuelve al Evangelio, por tanto, el Papa quiere que los cristianos nos enfrentemos y confrontemos con el Evangelio y que la alegría del Evangelio se nos contagie.
Me parece que es bastante justificativo que Bergoglio, que ya era provincial de Argentina en aquel tiempo, asistiera a esta Congregación General de los Jesuitas. Redefinió el carisma de los jesuitas de propagar la fe uniendo la fe y la justicia. Por tanto, esto también influyó en el apostolado de Bergoglio en la Argentina y después como Obispo de Roma.
Yo creo que todo esto influyó en su futuro apostolado en la Argentina y también esto puede explicar su mentalidad una vez llegado a ser Papa” (ANF).
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