El sacerdote jesuita y juez eclesiástico Miguel Manzanera considera que desde que el papa Francisco aprobó el Decreto de la Congregación para la Causa de los Santos en Roma (Italia), el pasado 22 de enero, en el cual se declara a la laica cochabambina Virginia Blanco Tardío como "Venerable" se dio paso a la posibilidad de tener la primera beata boliviana.
Actualmente, no se cuenta aún con ningún beato o beata, tampoco con un santo o santa que haya nacido en Bolivia. Según el padre Manzanera, esa ya fue una preocupación del papa Juan Pablo II quien hizo ver a los obispos de Bolivia que debían fomentar casos que ameriten este tratamiento.
En ese sentido, Manzanera lleva adelante el proceso que se tiene presentado ante la Santa Sede para lograr la beatificación de la ahora "Venerable" Virginia Blanco Tardío por su labor en beneficio de los pobres, enfermos y personas humildes.
Otro caso que lleva adelante el padre Manzanera es el de la beata Nazaria Ignacia, fundadora de las hermanas Misioneras Cruzadas de la Iglesia. Según el sacerdote jesuita existe el deseo de declararla santa porque hubo una curación otorgada a esta beata que puede ser considerada como milagrosa.
Probar esto requiere de tiempo y de investigaciones rigurosas, sin embargo, Manzanera es optimista en que el Papa viabilice este proceso en caso de ser comprobado, ya que si bien esta beata no es oriunda de Bolivia, sino de España, pasó gran parte de su vida en este país, en especial en Oruro realizando profundas obras de ayuda social que continúan.
En relación a Luis Espinal y al deseo de varios sectores por solicitar su beatificación, Manzanera es muy directo y señala que si se busca declararlo mártir para conseguir elevarlo a los altares de la Iglesia Católica, esto podría ser complicado porque Espinal también estuvo activo desde un movimiento político revolucionario.
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