Más de 17 mil jóvenes católicos confluyeron, ayer, en el campo ferial de Alalay en la denominada “Fiesta de la Fraternidad” con el objetivo de revalorizar la vida en comunidad como un camino para encarar problemas como el cambio climático y la violencia.
El encuentro contó con delegaciones de las provincias. Cientos de jóvenes llegaron desde Independencia, Punata, Quillacollo, Colcapirhua y Cliza.
El responsable de la Pastoral de la Arquidiócesis de Cochabamba, Cesar Piscoya, expresó que se organizaron cinco espacios. El primero destinado “a revalorar los dones y carismas de cada uno de nosotros como profesional; segundo el espacio de Iglesia donde todos somos iglesias en razón de que todos somos bautizados y debemos reconocernos como tal; la música y danza para revalorizar lo que nuestra cultura tiene; y un espacio de juegos para los niños con un lugar de esparcimiento”.
El encuentro culminó con una eucaristía celebrada por el monseñor Tito Solari y un mensaje vía Internet del cardenal, Julio Terrazas.
La misa se constituyó en un punto de encuentro, para que “cómo hermanos redescubramos ese don de Dios, como acompañamiento”, expresó Piscoya.
La Policía y grupos de rescate colaboraron con la organización con el control del tráfico en el Circuito Bolivia y un puesto de primeros auxilios.
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