El municipio de Atocha, segunda sección de la provincia Sud Chichas, se quedó sin párroco por una acusación de supuesta relación romántica con una mujer del lugar.
“Hay ciertas sospechas y nada más, no hay una acusación formal, (le acusan) de una cierta relación inadecuada con una señora, es lo único que sabemos y vuelvo a manifestar no hay ninguna acusación formal”.
Así aclaró el obispo de la diócesis de Potosí, monseñor Ricardo Centellas, ante informaciones que surgieron en medios de comunicación a nivel local y nacional.
“Ninguna persona puede ser considerada culpable sino se ha demostrado su culpabilidad”, dijo al sostener que es de derecho humano y universal respetar la dignidad de las personas.
Por lo ocurrido la semana pasada en Atocha, la autoridad de la Iglesia Católica, dijo que nadie puede ser juzgado sin seguir un proceso formal en los organismos que corresponden.
“Finalmente, por cuidar la integridad física del párroco de Atocha se decidido que deje la comunidad parroquial”, dijo Centellas al reprochar que la “violencia engendra violencia” y lo ocurrido la semana pasada es inadmisible.
A través de un voto resolutivo de los pobladores de Atocha, decidieron expulsar al párroco a quién le acusan de cometer supuestos actos reñidos contra la moral y las buenas costumbres.
Hasta el ministro de gobierno en esa oportunidad dijo “Lo que buscaban (los cooperativistas mineros) era ubicar al párroco Jovanni López. Este sacerdote supuestamente tenía acciones indecentes, irrespetuosas en esa localidad. Y los cooperativistas, cansados de esa situación, decidieron movilizarse”.
El Obispo de Potosí rechazó toda acción de violencia frente a los destrozos que causaron los pobladores a las principales instituciones en ese municipio.
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