Ayer, centenares de católicos acudieron a los templos con la imagen del Niño Jesús ante la proximidad del Día de Reyes, que se recuerda el 6 de enero, pero por ser un día laboral, muchos se adelantaron en llevar a las réplicas a la misa.
Nuevamente se puso de manifiesto la originalidad en los arreglos de las imágenes y la creatividad. Con ello evocaron al protagonista del nacimiento más famoso. Alrededor del altar, se colocó una variedad de Niños, unos con estilo clásicos, vestidos con túnicas claras, otros más típicos con atuendos hechos con tejidos y otros en vías de desaparecer, como los cuzqueños.
Los devotos los llevaron desde muy temprano hasta cerca del mediodía en canastas, cunas, en paños y hasta charolas.
La actividad, que marca el fin de las celebraciones navideñas, fue recordada con una gran asistencia a los templos a pesar de que muchos aún continuaban festejando la llegada del nuevo año.
En su mensaje navideño el arzobispo de Cochabamba, monseñor Tito Solari incidió en reflexionar que la “Navidad es la fiesta de los regalos, pero los regalos no son Navidad”. Remarcó que la celebración “es el amor que se ha derramado desde el cielo para todos nosotros, si no compartimos un abrazo afectuoso con todos los de la familia y no miramos con cariño a cuantos encontramos en el camino, no hacemos Navidad. Si no vivimos este amor en las distintas dimensiones de nuestra vida- en el ámbito de la cultura, de la economía y de la política, del deporte, del espectáculo- no comprendemos la belleza de la Navidad”.
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