Réplicas de la Virgen de Luján y la Virgen Aparecida llegan desde Argentina y Brasil para participar del encuentro de advocaciones marianas en Quillacollo.
La presencia de estas advocaciones le dan al encuentro un toque internacional. Las otras 27 imágenes, que en su mayor parte son de origen europeo o nacional, permanecen durante todo el año en residencias familiares o en iglesias de otras ciudades.
El origen de la advocación de la Virgen de Luján se remonta a 1630 cuando Antonio Farías Sáa, un hacendado portugués radicado en Santiago del Estero (Argentina), quiso erigir en su estancia una capilla en honor de la Virgen. Un compatriota suyo, residente en Brasil, le envió dos imágenes que llegaron al puerto de Buenos Aires procedentes de San Pablo y, acondicionadas en cajones, fueron colocadas en una carreta.
Ambas imágenes emprendieron un largo viaje en carreta. El objetivo era llegar hasta Sumampa. La caravana que llevaba las imágenes se pararon cerca del río Lujan, a descansar. Al día siguiente, los bueyes que cargaban las cajas no se quisieron levantar. Cuando abrieron una de las cajas encontraron la imagen de la virgen y de esa manera la advocación fue venerada en ese lugar.
La imagen es de sólo 38 centímetros de altura, labrada en arcilla cocida. Su fiesta es celebrada el 8 de mayo.
VIRGEN APARECIDA
La historia de esta imagen se remonta a mediados de 1717, cuando llegó a Guaratinguetá la noticia de que el conde de Assumar, D. Pedro de Almeida y Portugal, gobernador de la Capitanía de Sao Paulo y Minas de Oro, iría a pasar por la población de camino a Villa Rica, actual ciudad de Ouro Preto. Deseosos de obsequiarle la mejor pesca que obtuviesen, tres pescadores arrojaron sus redes al río Paraíba del Sur.
Después de muchas tentativas infructuosas, llegaron el 12 de octubre a Porto Itaguaçu, donde atraparon en las redes el cuerpo de una imagen de Nuestra Señora de la Concepción, sin cabeza. Tras una nueva tentativa, atraparon la cabeza de la imagen. Animados por lo acontecido lanzaron de nuevo las redes, con tanto éxito, que obtuvieron una gran pesca.
En 1929, Nuestra Señora de Aparecida fue proclamada Patrona Oficial del Brasil por determinación del papa Pío XI.
VIRGEN DEL ROSARIO DE CHINCHIQUIRÁ
La historia se remonta al siglo XVI, cuando los frailes y dominicos realizaban expediciones de evangelización en la región del centro de Colombia. Un caballero proveniente de España, Antonio de Santana, en 1560 obtiene la encomienda de la región para levantar una casa y una capilla. Posteriormente, de España llega un fraile colaborador en las misiones, fray Andrés Jadraque, que ve la necesidad de dotar la capilla de un cuadro de la Virgen del Rosario, advocación promulgada por la Orden Dominicana a la cual pertenecía el religioso.
De esa manera acuden a un pintor para pedirle que retrate a la Virgen del Rosario. Acuerdan poner al lado de la Virgen a sus santos de devoción, San Antonio de Padua y San Andrés por ser el primer patrono del encomendero que solicitaba la imagen y, el segundo, del fraile que había mandado a hacer.
El cuadro con más de una década de vida se borró totalmente y fue llevado a la localidad de Chinchiquirá. Allí fue guardado en un cuarto, pero una mujer que sabía del origen del cuadro rezaba diariamente pidiendo a la virgen que se manifestara.
El 26 de diciembre de 1586 otra mujer descubrió que la imagen de la virgen seguía en el cuadro y brillaba con resplandor.
Su fiesta se realiza entre el 9 de julio y el 18 de noviembre. La imagen también es venerada en Venezuela.
VIRGEN DEL QUINCHE
La historia de la imagen data del siglo XVI y dice que los que habían encargado la confección de la imagen no quisieron, o no pudieron, pagar por ella al escultor. Entonces, el artista se la dio a los indios oyacachis a cambio de unos tablones de fino cedro que necesitaba para sus trabajos.
La Virgen se les había aparecido antes a los indios del lugar en una cueva prometiendo librarlos de los peligrosos osos que devoraban a los niños.
Los caciques quedaron admirados cuando vieron llegar a Diego Robles, el escultor, con la imagen a cuestas y reconocieron en ella los mismos rasgos de la señora que se les había aparecido y les había hablado en la cueva. Quince años permaneció la imagen al cuidado de los indios hasta que en 1604, el obispo del lugar ordenó su traslado al poblado del Quinche, de donde finalmente tomó su nombre.
MARÍA REINA DE LA PAZ
Durante casi 30 años en Medjugorje, una ciudad de Bosnia-Herzegovina, seis videntes afirmaron que la Santísima Virgen, la “Gospa”, se les aparecía todos los días.
“Si tú eres nuestra Madre bendita, por favor quédate, y si no, aléjate de nosotros”, le dijeron, los videntes y la virgen decidió quedarse con ellos.
La historia fue divulgada en todo el pueblo y algunos de los videntes continúan siendo testigos de las apariciones, al menos una vez al año.
DATOS PARA TOMAR EN CUENTA
Virgen de Lourdes de Francia
La ADVOCACIÓN Nuestra Señora de Lourdes hace referencia a las dieciocho apariciones de la Virgen María, que Bernadette Soubirous (1844-1879) afirmó haber presenciado en la gruta de Massabielle, en las afueras de la población de Lourdes, Francia.
Virgen de Guadalupe
Juan DIEGO Cuauhtlatoatzin fue testigo de la aparición de la Virgen en Tepeyac, México. Ella le pedía que se construya una iglesia en el lugar de su aparición, pero el obispo quería pruebas. Un día, Diego cortó flores y se las llevó al obispo, al caer éstas al piso pintaron la imagen de la Virgen de Guadalupe.
Virgen de Loreto de Italia
La historia cuenta que la casa donde nació la Virgen María fue trasladada en 1291 desde Nazaret a Tarseto. Dentro de la casa había un altar con una estatuilla de María. En 1294, la casa fue trasladada a la ribera opuesta del Adriático, Italia, entre un bosque de laureles, de allí el nombre de Loreto.
3 Niños testigos de la Virgen de Fátima
En 1917 los tres pequeños sintieron el reflejo de una luz, de una señora que se aproximaba y que les pidió que el 13 de cada mes la visitaran. Los pequeños junto con otros seguidores fueron testigos de las apariciones.
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