La peregrinación de las advocaciones marianas dio ayer inicio a la fiesta de la Virgen de Urcupiña, en Quillacollo.
En su octava versión, las advocaciones marianas reunieron a 32 imágenes de vírgenes procedentes de distintas ciudades de Bolivia y de otros países.
Este ritual, que hace ya parte del programa oficial de la festividad, arrancó a primera hora, a las 8:30, en la zona de Tacata, desde donde partieron los peregrinos cargando las más de 30 imágenes.
Como ya es costumbre, arribaron pinturas y esculturas de las “patronas” de varias regiones del país, como la Virgen del Socavón, la Virgen de la Candelaria, la Virgen de Copacabana y la Virgen del Carmen, entre otras.
Merecieron un lugar protagónico en la ceremonia las imágenes propias de otros países, como la Virgen de Guadalupe (México), la Aparecida (Brasil) y de Luján (Argentina).
La peregrinación culminó con una eucaristía, celebrada por el monseñor Luis Sainz, en la plaza 15 de Agosto, a los pies del templo de San Ildefonso, donde fueron apostadas las 32 imágenes que desfilaron. La romería y la misa fueron acompañadas por unos 4 mil devotos, que recibieron las advocaciones marianas con pañuelos blancos y cánticos.
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