Vecinos de la población de Copacabana alertaron sobre el intento de nuevo robo a la joyas de la Virgen de Copacabana, debido a la falta de seguridad en la propia iglesia, mientras que el párroco a cargo de la administración pastoral afirma que las joyas están guardadas en un lugar “bien reservado”.
La presidente de la presidenta de la Federación de Juntas Vecinales (Fejuve) de Copacabana, Rosario Suxo, manifestó las sospechas de un cuarto atraco a las joyas de la Virgen, ante la deliberada desconexión de las cámaras de seguridad de la iglesia, con un corte de los cables del sistema de circuito interno.
Frente a la exigencia de la representación vecinal por explicaciones acerca del corte de cables, los administradores de la iglesia señalaron que “fue un rayo” el causante.
“Para estas fiestas (celebración patronal del 2 de agosto) el Padre René Vergas estaba preparando un cuarto robo. Sacaron las cámaras de alarma, ¿qué significa eso?”, expresó Suxo, sin salir de su asombro ante la respuesta que recibió del párroco, quien argumentó que “un rayo lo ha destrozado. Un rayo de esos que cae en las tormentas”, comentó la dirigente vecinal con visible molestia.
A fin de verificar tal situación, la comunidad acudió a la empresa a cargo de la instalación del sistema de seguridad, cuyo nombre la empresa mantienen en reserva, “por motivos de seguridad”, el personal de esa empresa verificó que no setrata de un rayo sino de un corte.
“Los técnicos que han venido a instalar no señalan que no se trata de un rayo, sino que es un corte. Esta situación no hace pensar que estaban preparando un nuevo robo para este agosto”, señaló Suxo, tras referir que el corte de los cables fue instruido por el padre René Vargas.
MÁS VIDEOCÁMARAS
Ante el peligro de una nueva pérdida de las joyas de la “mamita de Copacabana”, las comerciantes de escapularios e imágenes, denominadas medalleras, donaron a la iglesia ocho videocámaras, las que fueron instaladas de inmediato. Sin embargo, tras detectar este posible nuevo robo, las comerciantes gremiales anunciaron que donarán otras 29 unidades para la vigilancia permanente de las joyas de la Virgen, con las que la iglesia contará con 36 unidades.
La representante de los vecinos señalaron que, debido a las malas actitudes de los religiosos vinculados a la mala administración y descuido de la Iglesia, los dirigentes reciben llamadas de atención de los feligreses y críticas de los visitantes.
En los últimos años, la Virgen de Copacabana ha sufrido el robo de sus joyas en tres oportunidades, el último en abril de 2013, cuando se predió la corona de oro con rubíes y esmeraldas, la media luna de plata, el canastillo, el cetro, la corona del Niño Jesús y otras piezas labradas en oro y piedras preciosas.
De este último robo se mencionó a ocho sospechosos, de los cuales ninguno fue procesado por falta de pruebas.
“Recibimos llamadas de atención de los propios feligreses y devotos de la virgen, señaló Suxo quien, además, ,señaló que a la fecha no existe un inventario de las joyas y que ésta es otra exigencia a la Iglesia.
FRANCISCANOS
Entretanto, el padre Tomás Cornejo, de la Orden Diocesana, quien es Administrador Pastoral enviado por la Arquidiócesis de El Alto, aseguró que las joyas de la Virgen se encuentran a buen recaudo, “en un lugar bien reservado”, fuera de todo peligro.
Explicó que existe un primer inventario a las joyas de la Virgen de Copacabana, del cual la Iglesia solicitó una copia que, hasta la fecha no le es entregada. Sin embargo, el 15 de agosto se trasladará una comisión del Ministerio de Culturas para realizar una nueva recopilación informativa sobre las alhajas en existencia.
“El directo responsable para hacer el inventario es el Ministerio de Culturas. Por ser un monumento nacional le compete hacer el inventario y sobre esa base tomar las acciones y recaudados necesarios”, apuntó, tras aclarar que independientemente de los resultados de las investigaciones policiales, la Orden Franciscanos debe rendir cuentas a la población y a las autoridades eclesiales.
POBLADORES QUIEREN ENVIAR CARTA AL VATICANO
A su vez, la presidenta de la Federación de Juntas Vecinales (Fejuve) de Copacabana anunció que la población está determinada a remitir una carta al Santo Padre al Vaticano para pedir el cambio de administración para que sea la Orden de los Agustinos, el que se haga cargo de la administración de la iglesia y los bienes de la Virgen.
“Queremos escribir a SS., papa Francisco y pedir que vengan los agustinos. Esta orden también ha participado en la construcción de la iglesia durante la época de la colonia. Yo creo que ellos podrían administrar de mejor modo. Hemos perdido la confianza en los franciscanos y vemos que está ocurriendo lo mismo con los Diocesanos”, señaló Rosario Suxo, a tiempo de manifestar la molestia de la población que podría derivar en un conflicto de gravedad.
La dirigente vecinal remarcó el incalculable valor histórico y de patrimonio cultural de las joyas hurtadas a la Virgen de Copacabana, de las que durante los 12 años de administración el párroco René Vargas no ha logrado elaborar un cuaderno de registro de los presentes entregados a Virgen y a la Iglesia, a extremo que los regalos son entregados y recibidos sin ninguna constancia.
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