Una docena de artesanos y carpinteros del occidental estado mexicano de Jalisco trabajan contra reloj para elaborar muebles y accesorios que el papa Francisco utilizará durante su próxima visita a México.
Entre estas piezas únicas, talladas a mano en madera de cedro, se encuentran dos esculturas, el escudo oficial del Vaticano, tres sillones y un atril de lectura, explica a EFE el escultor y pintor mexicano Agustín Parra.
Los sillones creados por el artista serán utilizados durante la recepción y despedida oficiales que el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, y su esposa ofrecerán al Pontífice.
El diseño está inspirado en la personalidad de Francisco, a quien caracterizan su sencillez y austeridad, señala Parra. "Queremos que sea lo más sencillo y lo más natural que se pueda”, señala.
Por ello, el tallado que hacen a la madera es completamente lineal con algunos elementos novohispanos, y en vez de una terminación en oro tendrá un laqueado semi-mate y un revestimiento con tela de algodón natural, explica.
Dos de los sillones estarán rematados por el escudo mexicano tallado a mano en color plata y el otro con el del Vaticano, en color oro.
Con casi 40 años de trayectoria, Parra ha elaborado muebles para tres papas distintos. Para las visitas a México de Juan Pablo II en 1999 y 2002 realizó 96 piezas, mientras que para la de Benedicto XVI en 2012 diseñó 34 piezas de pequeño y gran tamaño.
"Es una satisfacción enorme porque parece que seríamos los únicos en el mundo en hacer el mobiliario para los tres papas. Estamos felices que así sea”, afirma.
Su equipo de carpinteros y artesanos comparte esa satisfacción. En su taller en el sur de Guadalajara, capital de Jalisco, trabajan entre ocho y nueve horas en cada una de las piezas, pues saben que la visita papal se acerca.
Francisco Arellano talla con delicadeza cada parte del escudo oficial del Vaticano que acompañará al Papa en los diferentes sitios que visitará en México. La perfección de la pieza depende de la habilidad de sus manos y por eso pone más dedicación que la normal.
"Es muy diferente hacer trabajos para otras personas que para una persona así, como es el Papa. Le echa uno más ganas para que quede bonito”, dice a EFE mientras mira la pieza aún en madera cruda y dice sentirse orgulloso de su trabajo.
Envueltas por el olor de madera y laca que satura el taller, dos artesanas detallan una pequeña escultura llamada El sueño de José, realizada en la técnica novohispana y que tendrá terminación en hoja de oro, así como otra más de San Francisco de Asís de cerca de un metro de alto.
Ambas piezas adornarán la habitación en la que pernoctará el Papa en la Nunciatura Apostólica, al igual que un lienzo de San Ignacio de Loyola y otro más con la escena de la Anunciación de María, pintados por el mismo Parra.
Los artesanos deben terminar la próxima semana este primer lote de piezas, pues en unos días más llegará la autorización de la Iglesia Católica para realizar otras que serán utilizadas en algunas de las actividades que tendrá el Pontífice en cinco ciudades del país durante su visita del 12 al 17 de febrero.
"Vamos a trabajar a marchas forzadas para que estén listos, pero estamos felices”, concluye Parra.
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