El jesuita Xavier Albó declaró el lunes que Luis Espinal, antes de su muerte, recibió varias amenazas e incluso atentaron contra el semanario que dirigía porque investigaba actos de corrupción en las Fuerzas Armadas (FFAA), informó el abogado Frank Campero.
Albó se presentó en calidad de testigo en el despacho del fiscal Genaro Quenta, quien investiga el asesinato de Espinal, ocurrido en marzo de 1980.
"Albó establece que semanas antes de su muerte, Espinal recibió cartas y llamadas de amenazas. Además, se dinamitó los predios del semanario Aquí. Cuando se le preguntó si sabía por qué se amenazaba a Espinal respondió que él denunciaba hechos de corrupción de las Fuerzas Armadas”, manifestó Campero.
Para el jurista, esto sustenta la denuncia de su cliente, el coronel Roberto Melean, quien señaló a seis militares como los autores del asesinato del periodista.
Melean dijo que fue el entonces comandante general de la Fuerza Aérea Boliviana (FAB), Jaime N., quien planificó el crimen por temor a que el jesuita publicara un reportaje sobre negociados con aeronaves.
Campero añadió que en la declaración de Albó se hace referencia a un certificado del Cementerio General en el que se señala que Espinal falleció por "sangrado agudo interno”. Reiteró su solicitud de realizar un estudio antropológico al cadáver para determinar con mayor precisión las causas de sus múltiples lesiones.
El abogado dijo que ya se cuenta con las matrículas de las dos aeronaves con las que aparentemente la FAB incurría en corrupción, por lo que se pedirá un informe a Transportes Aéreos Bolivianos (TAB).
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